Este año, durante el 15, 16, 17 y 18 de agosto, la fiesta en la ciudad de la Banda, reunió a miles de turistas de todo el país (según los vecinos transitaron más de 25 mil personas). Las empanadas, el locro, el asado, el vino, los artesanos, los viajeros de distintas partes del país y los cantores de la gran familia musical forman parte del paisaje de fiesta que tiene como escenario al patio de tierra de la casa materna, ubicada en el barrio de Los Lagos, para disfrutar de la buena música.

La fiesta de los Carabajal para la Banda es un hecho cultural y turístico importante porque es un encuentro con el arte y la música de nuestra tierra.

Durante estos cuatro días se pudo apreciar, a cientos de guitarristas y bombistas, que se fueron acercando de diferentes lugares con el objetivo de compartir también sus historias, y llevarse un buen recuerdo.

En sus alrededores, en aproximadamente seis cuadras a la redonda, donde esta ubicada la casa de doña, Maria Luisa Paz, los vecinos se encargan de dar el marco y el colorido a esta fiesta tradicional. Los hogares se convierten en hostales y minis campamentos para dar alojamiento a los cientos de visitantes de todo el país. Además, son los encargados de instalar numerosas carpas que se transforman en altos comedores para suministrar de comida y bebida durante estos días intensos que dura el festival.

Cabe recordar que esta fiesta es libre y gratuita.

La historia: María Luisa Paz de Carabajal nació el 15 de agosto de 1901 en la ciudad de Clodomira. Cuando ella cumplió 50 años sus hijos mayores, Héctor, Enrique, Julio, Carlos y Ernesto decidieron realizar una fiesta con los amigos, en su gran mayoría músicos.

En aquella oportunidad, asistió gente muy destacada de la ciudad, como Martín Rodríguez, Ñato Díaz, Expedito Peralta, el doctor Arriaga, médico pediatra de la ciudad que trabajaba en el único hospital que funcionaba en esa época en La Banda.

También estuvieron los hermanos Reyes, Chela, Cari, Apalo Villalba y mucho más.

Con el transcurso del tiempo, la fiesta fue agrandándose. En los últimos años de vida de la abuela, el festejo se realizó dentro de la casa de la familia Carabajal, donde se reunían entre 500 a 600 personas. La familia preparaba locro, 2000 a 3000 empanadas, asado e invitaba a la gente a participar de la fiesta. Todos los años en agosto (aniversario de su fallecimiento/ 15 de agosto), el patio de tierra de la casa materna adquiere una nueva fisonomía, cuando se evoca a esta mujer.