Tener la posibilidad de presenciar un espectáculo, en la misma génesis del cuarteto, con los más emblemáticos representantes del género es un privilegio que, para quienes no viven en Córdoba, tiene un valor superlativo.
El cierre del ciclo en Cocinas de Culturas que llevaron adelante Lorena Jiménez con Eduardo Gelfo y su legendario y fundacional Cuarteto Leo fue la más acabada muestra que el género, en su formato de origen, lejos de agotarse ante la imponencia de las grandes bandas, está en plena vigencia. Y tanto Lorena como Gelfo, que saben de multitudes, encontraron en un espectáculo casi intimista, un eslabón que parecía perdido en las modernidades musicales: el show para la familia, con comodidades, contacto directo con el público, y las sillas y mesas colmadas pero en perfecto orden.
Es que Cocina de Culturas es un espacio singular. Ubicado muy cerca del microcentro de Córdoba, ofrece todas las comodidades para quienes deseen vivir una experiencia cercana a los artistas, sin estridencias. Y lo logra con creces.
Ese cóctel dio como resultado un espectáculo asombroso, donde tanto la hija de la Mona Jiménez (casi ni es necesario referenciarlo, su talento e histrionismo le da un merecido vuelo propio) y el histórico e inoxidable líder de la Leo dejan en claro por qué el cuarteto característico perdura y merece ocupar un lugar incuestionable en las preferencias del público.
La Leo en Tucumán supo llenar estadios e instalar canciones, como lo reconoce el propio Gelfo. Y Lorena tiene raíces más que claras: su abuelo, el papá de Carlitos Jiménez, era tucumano.
“A veces parece que la gente supiera cómo empezó el cuarteto, pero sinceramente no, es tan popular y nos pertenece a todos tanto que así como Jean Carlos adaptó a su merengue o la Banda XXI puso algo distinto, cada uno con su personalidad, dejaron de ser la base, no existen hoy bandas que toquen el cuarteto como era en sus orígenes”, definió con firmeza Jiménez en un diálogo que mantuvimos luego del show.
“Me pareció lindo rescatar aquellas canciones, con un formato antropológico informativo o vivencial”, sostuvo al explicar su rescate histórico del cuarteto primigenio.
Qué las parió
La artista recordó su paso por “Qué las Parió”, un grupo que marcó un camino en varios aspectos, incluso en lo referido a la igualdad de género, compuesto por mujeres y que conjugó música con puestas teatrales. “Personificamos a mujeres en sus roles sociales”, sostuvo la artista.
Volviendo al último show en Cocina de Culturas en noviembre pasado, quedó en claro que Jiménez no sólo declama sino que también acciona. Hay mucho respeto de su parte hacia el público. Tiene una excelente orquesta (como se decía antes) con una violinista extraordinaria. Su interpretación de La Gata Bajo la Lluvia es brillante.
“Si uno siente respeto por la vida y la alegría, el respeto es compartido”, explicó.
Como si fuera ayer
“Es como un Danonino, un 4x4 concentrado”. Esa es la referencia a su último disco, Como si fuera ayer, donde rescata canciones históricas del género con el mencionado cover del éxito de Rocío Durcall. “Cuando escuché ciertas canciones me vibró una fibra de memoria, hay conexiones, la canción me la propuso Martín Marassa”, expresó. Marassa es un destacado músico de Córdoba, quien ya le está sugiriendo que en un nuevo material incluya canciones del estilo de Isabel Pantoja.
Sobre su famoso padre, indicó que “es como mi director técnico, me propone canciones, me tira datos”
A Tucumán
Jiménez sabe que tiene raíces innegables con nuestra provincia, donde su padre mueve multitudes toda vez que se presenta. “Mi abuelo Ricardo era tucumano y me encantaría ir a Tucumán, sólo me gustaría saber con quién hablar”, anheló Lorena, que sabe que tiene en la provincia seguidores. Recordó que de niña grabó un disco con canciones infantiles y que parte del video de difusión lo hizo en Tucumán. Conquistar el corazón de nuestra provincia, como lo hizo su famosísimo padre es su anhelo. No será difícil. Todo dependerá de que se lo proponga.
Por el periodista Julio Grandi