La Confederación General del Trabajo (CGT) se movilizó este miércoles en la antesala del Día del Trabajador, y en repudio de las "políticas de exclusión y ajuste" que imparte el Gobierno Nacional.
El titular del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, participó de la movilización y aseguró en diálogo con C5N: "Hoy el pueblo trabajador tiene que estar reunido para terminar con esta situación tan grave que estamos atravesando tanto el trabajador con trabajo como el que está sin trabajo, los jubilados y la mayoría del pueblo argentino. Tenemos que estar más unidos que nunca".
A su vez, afirmó: "No tenemos diálogo con el Gobierno". "Hemos juntado una cantidad importante de gente como el resto de los gremios. Por más que quieran presionarnos o evitar que la gente se junte, igual la gente se junta. Esto es una demostración clara de que si no cambia la situación se va a agravar", agregó.
La central sindical emitió un comunicado previo en el que sostuvo: “Marchamos para darle voz y fuerza al reclamo de los trabajadores y las trabajadoras y para poner bien en alto nuestra bandera, que es la defensa del trabajo. No somos indiferentes al sufrimiento de nuestro pueblo. Queremos que nuestros abuelos tengan una vida digna y que nuestros hijos puedan soñar con un país más justo”.
Además, la CGT denunció los despidos registrados tanto en organismos públicos como en el sector privado y exigió “el cese de la represión ante la protesta social”. Reclamó también que se garanticen paritarias libres y homologadas, sin intervención ni restricciones por parte del Estado.
Esta manifestación se desarrolló en paralelo a una discusión clave en la Cámara de Diputados, donde las principales organizaciones sindicales manifestaron su rechazo a los proyectos promovidos por sectores dialoguistas. Estas iniciativas buscan eliminar la obligación de aportar económicamente a los sindicatos por parte de empleadores y trabajadores, lo que, según los gremios, representa un ataque directo al modelo sindical argentino.
Durante la tercera reunión de la Comisión de Legislación del Trabajo, asistieron representantes de ambas centrales obreras. En nombre de la CGT estuvieron Héctor Daer, Octavio Argüello y Carlos Acuña, mientras que por la CTA participaron Hugo Yasky y Ricardo Peidró. Todos expresaron su oposición al proyecto y defendieron la función de los sindicatos como herramienta de contención social.
Luego del paro general del 10 de abril, el vínculo entre el Gobierno y la CGT volvió a deteriorarse. En aquella oportunidad, Daer cuestionó la “campaña publicitaria” desplegada por el Estado en contra de la medida gremial, y acusó al oficialismo de usar “un mecanismo que fue utilizado cuando se perdió la democracia”.
La consigna central de la movilización estuvo basada en una frase del pontífice argentino: “Como dijo el papa Francisco, el trabajo es sagrado. Hagamos escuchar nuestra voz”, cerró el mensaje de la central obrera, que luego de mucho tiempo volvió a posicionarse como uno de los principales actores de oposición frente a las medidas de ajuste del gobierno actual.
