La Policía italiana arrestó al presidente del club de fútbol Catania, Antonio Pulvirenti, y a otros seis individuos entre los que se encuentra el empresario argentino Pablo Cosentino, un ex representante de futbolistas que está casado con la modelo Daniela Urzi. Todos quedaron bajo reclusión domiciliaria.
Todos los apresados están acusados de estafa y fraude deportivo por haber comprado partidos del campeonato de Serie B para evitar el descenso de categoría del equipo italiano, que finalmente se salvó del naufragio deportivo por dos puntos.
Según la imputación, que incluye al ex director deportivo Daniele delli Carri, y a los agentes deportivos Giovanni Impellizzeri, Piero Di Luzio, Fabrizio Milozzi y Fernando Arbotti, varias victorias del Catania habrían sido acordadas mediante el pago de dinero.
Cosentino fue durante años un reconocido agente FIFA que manejó a futbolistas de renombre como Claudio Paul Caniggia, Diego Milito, Ezequiel Lavezzi y Fabricio Coloccini, entre otros. Por su condición de representante, participó en la negociación de transferencias multimillonarias y se codeó con los principales actores del fútbol argentino e internacional. Por ejemplo, tuvo uno estrecha relación con Diego Maradona, Guillermo Coppola y Daniel Passarella.
En 2008 se casó en Xcaret (México) con la modelo Daniela Urzi, con la que tuvo un hijo. Luego de vivir en Miami, la pareja se afincó en Italia, donde actualmente el empresario se desempeñaba como consejero delegado del presidente de Catania, club que en los últimos años se caracterizó por contar con una enorme y llamativa cantidad de jugadores argentinos en su plantel.
La
investigación que desembocó en la detención de los seis dirigentes deportivos
fue impulsada por la Dirección Antimafia del Distrito de Catania, cuyos
agentes realizan por estas horas registros en otras ciudades italianas como
Chieti, Campobasso y Roma.
El
presidente de la Serie B, Andrea Abodi, dijo -en declaraciones que reproduce el
diario Marca- que siente un gran dolor y pidió que si la acusación se
confirma, "la respuesta sea dura". "Trabajamos cada día
para hacer creíble la situación de nuestro contexto, por lo que esta noticia
nos hace mucho daño", apuntó.
"Nuestro
mundo no está dispuesto a aceptar ningún tipo de acuerdo que mortifique el
valor deportivo de una competición", expresó Abodi, que por otro lado
rechazó la posibilidad de invalidar el campeonato. (infobae.com)