La mayoría de las personas sabe que el principal problema de los celíacos es que no pueden consumir gluten porque su organismo no tiene la capacidad de digerirlo. Si bien se suele utilizar el término para denominar a todas las proteínas presentes en el trigo y en otros cereales relacionados -como la avena, la cebada y el centeno-, no todas ellas producen reacciones autoinmunes en las personas celíacas.
Solo un pequeño grupo, denominado gliadinas, provoca este tipo de respuestas al consumo de una persona que padece la enfermedad celíaca. Las gliadinas son una glucoproteína que está presente en el trigo y en otros cereales similares, que junto con la glutenina, cumplen un rol central en la formación del gluten.
Dado que constituyen uno de los principales problemas para las personas que padecen esta patología, una investigación realizada por un equipo de científicos cordobeses acerca de la posibilidad de aislar esta proteína del trigo se presenta como un gran avance en este aspecto. A través de una técnica de modificación genética, un grupo de investigación dirigido por Francisco Barro logró eliminar el 90% de las gliadinas en el trigo.
El avance se pudo lograr mediante la adición de genes que provocan una reacción en el trigo. Desencadenan un proceso conocido como interferencia de ARN, que a su vez impide la formación de algunas proteínas específicas en este cereal. Sin embargo, el equipo de investigación advirtió que los genes de la gliadina permanecen intactos, por lo que, teóricamente, existe el riesgo de que el trigo pueda desarrollar nuevamente esas proteínas.
Por eso, los científicos aplicaron una modificación de genes conocida como CRISPR para lograr deshacerse por completo de estos genes. Así, se eliminarían los genes de la gliadina que originan el problema. Sin embargo, es necesario aclarar que es una tarea compleja porque hay alrededor de 45 copias del gen de la principal proteína de la gliadina.
El equipo de investigación afirma que han logrado eliminar 35 de las 45 genes. El avance es importante para la numerosa comunidad de personas que sufren celiaquía -una enfermedad autoinmune que responde en forma incorrecta al gluten, una reacción que puede provocar daños en el revestimiento interno del sistema digestivo e incluso llegar a causar diarrea, vómitos, malnutrición y, en casos graves, daño cerebral y cáncer de intestino-.
Con el avance realizado por el equipo de investigación dirigido por Barro, los celíacos, que se ven obligados a evitar el gluten, podrían preparar pan u otro alimento que lo contenga, y que sea apto para su consumo. Evitarían, así, que se desencadene la reacción autoinmune del organismo, que puede ser extremadamente riesgosa en al menos 1 de cada cien personas.
A pesar de esto, desde el equipo destacan la necesidad de deshabilitar más genes antes de que la cepa CRISPR esté lista para las pruebas, pero ya se ha demostrado que la cepa de trigo GM produce un pan aceptable. No se puede usar para hacer panes grandes, pero es lo suficientemente bueno para baguettes y panes pequeños, indica Jan Chojecki.
En otros países, como México y España, ya se están realizando pequeños ensayos de trigo transgénico con grupos de diez a veinte personas con enfermedad celíaca. De acuerdo a investigaciones realizadas en los mencionados países, los resultados son realmente alentadores.