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Macri salió del Congreso y lo despidió una plaza vacía

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El saludo a la nada del presidente. Ampliar
Este fue uno de la serie de momentos curiosos que sucedieron durante la apertura de 136° sesiones ordinarias en el Congreso.

El saludo a la nada del presidente

Tras su discurso de apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, el presidente Mauricio Macri realizó un curioso saludo a la Plaza de los Dos Congresos, que se encontraba completamente vacía excepto por los cientos de efectivos de las fuerzas de seguridad.

El micrófono de Michetti

El micrófono le jugó una mala pasada a la vicepresidenta Gabriela Michetti. Antes de abrir las 136° sesiones ordinarias en el Congreso, Michetti protagonizó un blooper con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. “Ayudame, boludo. No me dan pelota”, se escuchó claramente que le dijo al otro miembro de Cambiemos antes de dar por iniciadas las sesiones.

Pañuelos verdes para esperar a Macri

Ante la expectativa de que Macri se refiera durante la apertura al debate por la despenalización de la interrupción del embarazo, varios diputados de la oposición e incluso algunos integrantes de Cambiemos fueron al recinto con el característico pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. A pesar de que el oficialismo aceptó que se diera curso a la discusión en el Parlamento, sus principales representantes se declararon "a favor de la vida". Para muchos miembros de la oposición esas definiciones son la confirmación de que el impulso del Gobierno al tema es en verdad una "cortina de humo" para instalar el debate en la opinión pública y evitar así que se hable de los errores de su gestión.

El auto blindado del presidente

Mauricio Macri evitó todo contacto con la gente en su trayecto desde la Casa Rosada hasta el Congreso. Se trasladó en un auto blindado y en medio de un fuerte operativo de seguridad que el Gobierno para dejar bien lejos a cualquiera que pudiera acercarse a hacerle algún reclamo o manifestarle alguna queja.

Además, para asegurar la tranquilidad del Presidente, las autoridades parlamentarias sólo permitieron el ingreso del Congreso de los legisladores y el personal estrictamente necesario para el desarrollo de la Asamblea Legislativa. Al resto del personal se le dio asueto.