“Quiero ganar algo con la Selección y voy a seguir jugando. Siempre quiero volver y quiero estar”. De esta manera, Lionel Messi ratificó su intención de seguir vistiendo la albiceleste “a pesar de todas la mentiras” que se dijeron “desde el periodismo” y reconoció que, a pesar de “haber ganado todo a nivel individual y de clubes, no tener nada con la Selección es duro”. Además, se manifestó “sorprendido” por “el nivel, el potencial” de “los chicos” dirigidos por Lionel Scaloni pero consideró que “el cambio generacional (de jugadores) se dio de manera muy brusca”.
"Voy a jugar todo lo importante con la Selección",
aseguró y se lamentó por las finales perdidas. "Si hubiésemos ganado en
Brasil todo habría sido diferente", planteó sobre la derrota con Alemania
y recordó: "Hicimos todo bien para tratar de llevarlo, pero por un detalle
no se dio. Y a partir de ahí empezaron los quilombos".
"Intento dar lo mejor. Quiero ganar cosas más allá de
lo difícil que es, porque siempre se escuchan cosas malas. A veces se hace
difícil disfrutar con el entorno de la Selección", dijo durante una
entrevista por Club Octubre, FM 94,7.
Durante la charla, el 10 del Barcelona reconoció que el
equipo nacional está pasando por “un cambio generacional” que, en su opinión,
“fue muy brusco” y debió darse “de a poquito y desde antes”. “Guste o no,
venimos de una generación que consiguió cosas muy importantes y no es fácil
seguir en el mismo nivel”, dijo y aconsejó “darle tiempo a los chicos y no
matarlos porque pierden partidos”.
Messi se calificó como “uno de los más viejos de la
Selección” y consideró que, en ese sentido, “ahora yo soy el nuevo y me tengo
que adaptar a ellos”. “Tengo una relación estupenda con los chicos”, dijo al
referirse a la convivencia con los jugadores de la “nueva generación”, a los
que les recomendó que “no tienen que pensar en jugar conmigo, sino en jugar en
la Selección”.
“Este es un momento de recambio. El respeto por Argentina
está siempre, por lo que es y lo que fue. Pero, siendo realista, falta mucho
trabajo para ser una potencia” y “no tengo dudas de que eso va a pasar”,
insistió.
Por otra parte, por primera vez desde que terminó el Mundial
de Russia, el entonces capitán argentino hizo una evaluación de la actuación en
ese torneo. Admitió que luego del Mundial, varios jugadores acordaron “no
hablar” del tema porque “siempre hubo quilombos con el periodismo”. “Esta
generación vivió cosas anormales”, dijo y agregó: “Veníamos de diez años de ser
maltratados y sin valorar lo que habíamos conseguido, más allá de perder tres
finales”.
Sobre el Mundial dijo que “todo se dio mal desde el principio”,
tanto desde la clasificación “que nos costó” como los partidos de la primera
rueda. “No ganar el primer partido, haber errado el penal”, y luego “Francia
que no nos dio tiempo a nada”, añadió. En este marco, reconoció que antes del
partido con Nigeria los jugadores “nos juntamos como grupo y hablamos porque
estábamos en una situación límite, podíamos irnos en primera ronda, lo que iba
a ser un fracaso peor”.
Rechazó también las versiones del “club de amigos”. “Se dijo
que yo ponía jugadores y técnicos, que manejaba toda la AFA y cosas que no era
verdad”. “Era todo una locura. Se dijo que mi papá tenía poder en la AFA
–lamentó-. La gente compra lo que se le dice y después cree que yo soy un hijo
de puta y que mi viejo maneja la AFA.”
“Yo quiero ganar algo con la selección. Quiero volver y
quiero estar. Voy a seguir jugando” a pesar de que “muchísimos me hablaron de
no volver”. “Mi hijo me dijo ‘¿por qué no me quieren en Argentina?’. Yo le dijo
que los que dicen eso son algunos, que la gente me quiere”. Y agregó: “No voy a
salir a decir que ‘amo a la Selección’. No lo tengo que demostrar. No voy a
salir a decir eso toda la hora ni a vender humo, porque todo el mundo sabe que
amo la Selección".
Sobre su paso por el equipo nacional hasta ahora, aseguró:
Hicimos grandes cosas, no salimos a vender humo. Si no, no hubiese vuelto más,
si nadie me obliga a estar en la Selección. Elijo yo”.
Messi también habló sobre su última actuación frente a
Venezuela y su posterior salida del equipo. Indicó que “que vengo con una
pubalgia desde antes de diciembre” que lo tiene mal desde diciembre pasado y
aseguró que eso “Scaloni lo sabía”. “Él decidió que al segundo partido ni siquiera
viajase y me dio descanso”, contó y aseguró que su vuelta a Barcelona “no
estaba arreglada de antemano”. “Yo iba con la idea de jugar los dos partidos,
pero el técnico decidió que me tome el descanso para recuperarme y no agravar
la lesión”.
A la hora de hacer autocríticas, subrayó que “por ahí, el
manejo con la prensa debió haber sido otro. Nos encerramos y no dimos más bola
a nadie, enojados” por el “maltrato” que se le daba a los jugadores a través de
los medios de comunicación. Por eso recomendó que ahora “hay que buscar una paz
y armonía con el periodismo”.
Ratificó su deseo de salir campeón del mundo con la celeste
y blanca porque ese título “no se paga con nada y es lo más lindo que hay”, y
lamentó que a pesar de tener “la suerte de ganar todo a nivel individual y de
clubes, no tener nada con la Selección es duro".
Sobre su relación con la AFA sostuvo que tiene “una muy
buena relación con el Chiqui” Tapia, el presidente de la entidad, y reconoció
que al director general de Selecciones, César Luis Menotti, “no lo conozco”
porque aún no se reunió con él.
Además, ratificó su voluntad de terminar su carrera en Newell’s, el club del que “fui desde chiquito” pero reconoció que “no es fácil por todo lo que rodea volver a Argentina”. En este sentido negó que tuviera simpatía alguna por River Plate y comentó que cuando fue a ver el superclásico por la final de la Copa Libertadores, en Madrid, solo lo hizo “para ver el espectáculo”./Página12.