La selección argentina de básquetbol derrotó a Serbia por 97-87 y se clasificó para las semifinales del Mundial. El equipo de Sergio Hernández tuvo una actuación colectiva redonda ante una potencia, con el aporte decisivo de Luis Scola (20) y Facundo Campazzo.
La Argentina propuso un arranque sin respiro, sin correrse de su repertorio de defender duro y al límite de la falta. Así puso incómodo a Serbia y acertó con algunos movimientos rápido de balón para dominar el marcador por 12-6. La respuesta del equipo balcánico llegó con su fuerte, la talla debajo del aro. Con Jokic y Raduljica cargaron de faltas a los jugadores internos argentinos y condicionó al conjunto nacional.
Así fue perdiendo naturalidad el juego para los de Sergio
Hernández y Serbia comenzó a dominar ofensivamente para igual en 16-16. El
cierre del primer cuarto apareció la mejor de Campazzo con un triple y algunas
asistencias y Deck aportó sus puntos habituales para quedar arriba: 25-23.
En el segundo cuarto se presentó un tablero de ajedrez.
Golpe por golpe, Argentina se mantuvo en juego aprovechando la velocidad de los
perimetrales. Casi toda la rotación tuvo que usar Hernández para poder soportar
el peso de Serbia cerca del aro. Dos triples, uno de Vildoza y otra de
Laprovittola le permitieron al conjunto nacional sacar una luz de ventaja:
35-28. La entrega física del equipo argentino resultó conmovedora y le generó
10 pérdidas al equipo serbio, que tuvo problemas para desplegar su juego. Con 9
de 15 en triples de Campazzo y compañía y a pesar de no poder dominar los
rebotes (25-8) se quedaron con la primera parte del partido: 54-49.
El tercer capítulo del juego arrancó con Serbia más decidida
a ajustar la defensa. Un triple de Bogdanovic encendió a los balcánicos, pero
la Argentina respondió con un doble de Delía y un triple de Scola para evitar
que se vinieran encima. Aunque con Bjelica (7 puntos en el período) y Jokic
siguió metiendo presión el equipo nacional. Campazzo resultó una pesadilla para
el rival y repartió 9 asistencias. Serbia nunca se detuvo en su acecho, comenzó
a defender más alto para complicar el juego de la Argentina. Los de Hernández
encontraron opciones con cortes de Garino y un bombazo de larga distancia de
Vildoza, todo el sello argentino en la cancha. Una prueba de fuego fue para los
argentinos, que sostuvieron los embates de Serbia y quedaron arriba por la
mínima diferencia: 68-67.
Guduric le sacó el control del tablero a la Argentina con un
triple y el equipo de Hernández respondió con dos triples para no quedar fuera
de juego: Campazzo con una bomba y Garino, por duplicado, quemaron la red
(76-72). Se sumó Scola a la avanzada de la Argentina con dos dobles para
sostener a Bjelica que fue un factor determinante para sostener a los
balcánicos. Dos acciones de Laprovittola y Scola con doble, falta y simple,
pusieron la máxima distancia: 87-76. La furia de Bogdanovic no dejó tranquila a
la Argentina hasta el final, aunque la defensa colectiva de la Argentina no lo
dejó tomar tiros claros. Sólido contestó la Argentina con Campazzo y Scola.
Si había un desafío que estos chicos querían superar era el de meterse de lleno en la historia grande del básquetbol argentino con identidad propia. Honrando a las leyendas de la Generación en su legado, pero con su impronta. Fueron cumpliendo objetivos, entre ellos, llegar a Tokio 2020. Y de pronto, ya están entre los cuatro mejores. Emocionando al puñado de argentinos que están en China. Emocionando a los millones que los siguen por TV. Conmoviendo a las leyendas, que no paran de tuitear durante los partidos, sintiéndose también parte de un equipo que despegó como nunca antes. Fuente: La Nación.