El padre de la fallecida Paulina, Alberto Lebbos, insiste en
que la participación de la jueza Alicia Freidenberg en el juicio por
encubrimiento agravado contra el exfiscal Carlos Albaca “es una aberración” porque
“no da ninguna garantía de imparcialidad”. Este sábado presentó un nuevo planteo
de recusación en contra de la magistrada por “temor fundado de parcialidad
manifiesta”. El escrito está dirigido a los jueces de la Sala I, Tribunal que
ayer rechazó la primera recusación que solicitó la querella por considerarla “extemporánea
y no suficientemente fundamentada”.
Lebbos insiste en que la magistrada tiene un “arbitrario razonamiento”
que “le impide tener una verdadera visión del desarrollo del proceso penal” y
la acusa de actuar con “parcialidad” en contra de la víctima en reiteradas
ocasiones.
Puntualmente, este segundo pedido de recusación apunta a
manifestaciones brindadas por la magistrada durante la audiencia de orden que
se desarrolló ayer, en el marco del inminente debate oral contra Albaca. En esa
oportunidad, Freidenberg había acusado que el planteo que venía impulsando la
querella en su contra “perjudica el normal desenvolvimiento del proceso y la
celeridad y economía procesal” y que “la mayoría de las dilaciones fueron por
planteos de las partes y especialmente de la parte querellante”.
Para Lebbos este “ataque” de la magistrada pone de manifiesto
“la parcialidad de esta jueza, pues nos acusa a los familiares de la victima de
demorar el proceso, cuando todo lo que hicimos es hacer uso de un recurso
licito”. “Esta falaz y mendaz expresión de la Sra. Vocal achacando responsabilidad
a esta querella no hace más que ratificar su parcialidad manifesta”, reza el
escrito.
“Nadie elige ser víctima de delincuentes, es muy cruel echarnos
la culpa a quienes hemos sufrido una pérdida de querer entorpecer el proceso. Yo
hace 13 años que ando pasillando Tribunales pidiendo justicia, buscando a los asesinos
de Paulina”, agregó Alberto.
La primera recusación que presentó la querella, cuya
representación está en manos del Dr. Emilio Mrad, fue a mediados de este año,
luego de que Freidenberg diera la orden de liberar al exsecretario de Seguridad
alperovichista, Eduardo Di Lella, condenado por encubrir el crimen de Paulina. Según
consta en aquella presentación, la magistrada tomó esta decisión sin convocar a
las partes a una audiencia de prisión preventiva, ni tampoco corrió el visto al
Ministerio Público Fiscal, lo cual viola el código procesal penal y el derecho
de la víctima a ser escuchada.
“No entendemos cual es el razonamiento para mantener a esta jueza en esta causa. Solamente estamos pidiendo que se respeten los derechos de las víctimas”, sentenció Lebbos.