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Una mujer construye su casa con botellas de plástico en un barrio de Concepción

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El sueño de la casa propia no tiene límites. Susana Guerrero es madre soltera y trabaja haciendo sándwiches de milanesa para poder vivir. Su objetivo en la vida: dejarle un techo para que su hija y su nieto puedan vivir dignamente.
En los últimos años, producto de las constantes crisis económicas que debe soportar la Argentina, la posibilidad de obtener una vivienda se hizo cada vez  más difícil. Sin embargo, más allá de las coyunturas, Susana nos cuenta y nos demuestra, en una entrevista con primerafuente, que algunos sueños, aunque parezcan  imposibles, se pueden cumplir con creatividad, confianza y convicción.

Desde siempre vive en la casa su madre, en el barrio Municipal de Concepción. Hace tiempo, y con mucho esfuerzo, pudo conseguir un terreno en el barrio Cristo Rey, cerca de donde reside.

Muy temprano comienza la actividad en la calle Riobamba  tercera cuadra, lugar donde construye su casa. En la zona todavía hay muchas viviendas tipo machimbradas que se van levantando poco a poco.

Las tareas, que son diversas, las organiza Susana y las  divide con su hija mayor quien, con un grupo de amigas, son las encargadas de conseguir las botellas de plástico de 3 litros y llenarlas con arena. La dueña del lote,  junto a un albañil, va nivelando y apoyando cuidadosamente los recipientes que luego son cubiertos con cemento. Así construyen la pared para lo que será la primera habitación.

“Es un trabajo arduo pero me gusta. Todo lo que estoy haciendo  me emociona. Hay mucha gente que me ayuda y así voy  armando mi casita. El secreto de todo es llenar las botellas con arena y usar mucha presión para que no se ablande. Luego las colocamos cuidadosamente, como se hace con los ladrillos comunes, y unimos cada fila con una capa de cemento”, describió.

La primera etapa de la obra es lograr construir las paredes de una pieza de 4 metros de ancho por 6 de largo. Ya existe el esqueleto de la habitación pero aún faltan hierros y cemento. En total para terminar de cerrar el cuarto se necesitan cerca de 3 mil botellas.

“Estamos comenzando, llevamos cerca de un metro levantado pero va tomando forma. Si bien tengo muchas botellas, se necesitan cerca de 3 mil para terminar de cerrar.  Después será el turno de techar y conseguir los hierros y el cemento necesario para culminar. Espero que sea dentro de poco”, señaló. 

La mujer, cocinera de oficio y albañila por necesidad, nos confiesa que va a lograr su propósito y que la idea surgió gracias a la intervención de una amiga que le mostró, en noviembre de 2019, un video tutorial por Internet de una mujer de México que hizo su casa íntegramente de botellas descartables.   

“Esta idea la tomé de una señora que hizo su casa en México. Tomé su método de Internet y me puse manos a la obra”, recordó.

La intención de Guerrero no es solamente construir una habitación sino convertirse en la primera mujer de la provincia  en tener una casa hecha con botellas descartables. Un plus aparte es que la edificación de esta casa no sólo reduce los costos de construcción sino que  ayuda al medio ambiente.

“Cuando la termine, seré la primera persona de Tucumán que tendrá una casa completamente hecha de botellas. Para mi será un orgullo porque no sólo es algo que quedará para mis hijos sino que es un ejemplo para otros que no tienen dónde vivir. Ya vinieron organizaciones de mujeres a visitarme para que les muestre mi trabajo”, contó.  

Al final de la nota, esta guerrera de la vida, dejó su teléfono para quienes puedan colaborar con recipientes, hierros o cemento. 

“Les dejo mi número de celular (3865698184).  Todo con lo que me puedan ayudar será bienvenido. Mis recursos son escasos, no tengo ayuda del gobierno y vivo de los sándwich  que vendo. Aquí estoy con ganas de crecer, de tener lo mío y cumplir mi sueño”, concluyó.
 
Por Rafael Medina.- Horacio Arias: (video).