Organizaciones de derechos humanos del NOA realizaron esta
semana diversas presentaciones ante el Ministro de Defensa Agustín Rossi y la
Ministra de Justicia Marcela Losardo, rechazando la posibilidad de que tropas
del ejército se asienten en el Ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, donde funcionó
el principal centro clandestino de detención y exterminio del NOA. “Estamos
exigiendo la creación allí de un Sitio de Memoria y que sea declarado como lugar
histórico nacional, a los efectos de su conservación y custodia”, sostuvo Marta
Rondoletto, al aire de Radio Prensa.
Recientemente el gobernador de la provincia, Juan Manzur, le
solicitó al ministro Rossi que asiente nuevamente en Tucumán una división
del Ejército Argentino y sugirió el predio del ex Arsenal, ubicado en Las
Talitas, como uno de los posibles lugares para tal fin.
Vale recordar que en ese lugar se puso en funcionamiento
entre 1976 y 1978 un espacio de concentración clandestina por el que pasaron
miles de tucumanos y tucumanas, pero también al que fueron traídas personas de
las vecinas provincias de Jujuy, Salta, Santiago, Catamarca y La Rioja. “Tucumán
fue un centro neurálgico de la represión llevada adelante en el NOA”, aclaró
Rondoletto.
“En el mismo predio de Arsenales, a partir de las
investigaciones impulsadas por los familiares de desaparecidos y las
organizaciones de derechos humanos, se encontraron 5 fosas comunes, que fueron
usadas para la inhumación de los cuerpos de lxs compañerxs detenidxs
desaparecidxs. Se recuperaron de allí restos óseos calcinados, y material
asociado a la quema de cadáveres y se localizó una fosa con 13 cuerpos, que
fueron identificados por el EAAF a partir de análisis de ADN. Las
investigaciones periciales en ese lugar quedaron inconclusas por el
desfinanciamiento del gobierno anterior a las investigaciones judiciales”,
agrega la misiva que se difundió este jueves.
En este sentido, la referente de DD.HH. consideró que la instalación
de una división del ejército en ese lugar obstruiría la continuidad de las
investigaciones pendientes, además de que resultaría en una ofensa a la memoria
de las personas que allí fueron torturadas y asesinadas. “No tenemos fijada una
postura de si queremos que se instale o no el ejército en Tucumán, lo que no
podemos permitir es que sea ese el lugar elegido. Si lo tienen que asentar, que
sea en otro lado”, subrayó.
Por último, Rondoletto remarcó que “Arsenales debe ser convertido en un sitio de memoria, que debe ser recuperado como un símbolo del compromiso ético del Estado argentino acorde a la lucha que desde el año 2003 –y hasta el 2015- se viene llevando adelante para demostrar la magnitud del genocidio en Tucumán. Este debe ser un espacio para la promoción de los derechos humanos y de la memoria sobre el pasado reciente”. “Tucumán y las provincias del NOA continuamos siendo una cuenta pendiente del Estado Nacional”, sentenció.