Recomiendan no usar braseros, hornos u hornallas para calefaccionar

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Luego de que una familia de Tafí Viejo se intoxicara por calefaccionar el hogar con un brasero, desde Defensa Civil de la provincia recordaron que este tipo de herramientas no están recomendadas porque pueden ocasionar intoxicación por monóxido de carbono.

Una familia de Tafí Viejo decidió encender un brasero mientras descansaban para lograr darle lucha al intenso frío que se siente en la provincia. Sin darse cuenta, aspiraron monóxido de carbono, lo que provocó que se desmayaran, teniendo que ser rescatados por la Policía.

A raiz de esta situación, desde Defensa Civil de la provincia emitieron una serie de recomendaciones a tener en cuenta para evitar intoxicarse con monóxido de carbono. 

A tener en cuenta, se trata de un gas tóxico, sin color ni olor, que se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como la leña, el carbón de leña, el gas, el kerosene, el alcohol, el gasoil, y la nafta. Cada año mueren unas 200 personas por intoxicación por monóxido de carbono, accidentes evitables.

Ramón Imbert, subdirector de Defensa Civil de la provincia, al aire de Radio Prensa brindó recomendaciones para evitar intoxicarse con monóxido de carbono: “Uno no se da cuenta de que se puede estar intoxicando. Hay que evitar usar los hornos y hornallas, y el uso de braseros. Si se utiliza, el espacio tiene que estar muy ventilados. Y es recomendable realizar una revisión anual con gasistas matriculados”.

“También es prioritario revisar si quedan manchas en las paredes y los techos, y verificar que la llama sea azul. Cualquier orto color significa que hay una mala combustión y eso es peligroso. No hay que olvidar ventilar bien los espacios cerrados y ante cualquier duda, consultar a un médico”, agregó.

La inhalación e intoxicación por monóxido de carbono produce que se emplace al oxígeno en el torrente sanguíneo por este gas. En consecuencia, la falta de oxígeno daña el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo.

Los síntomas pueden variar de una persona a otra, pero quienes tienen mayor riesgo de intoxicación son los niños pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores y las personas que habitan en zonas de gran altitud.

El principal riesgo de este tipo de intoxicación es que en muchos casos la persona no es consciente de los síntomas. Éstos pueden ser:

Dolor de cabeza

Náuseas o vómitos

Mareos, acompañados de cansancio

Letargo o confusión

Desmayo o pérdida de conocimiento

Alteraciones visuales

Convulsiones

Estado de coma

Pueden producirse otros signos parecidos a una intoxicación alimentaria, un cuadro gripal, un problema neurológico o cardíaco. Es decir, ante la inhalación de este gas venenoso, puede parecer que la persona tiene otra patología.

Por ello, ante la sospecha de estar sufriendo intoxicación por monóxido de carbono:

– Abrir ventanas y puertas.

– Salir a tomar aire fresco inmediatamente.

– Apagar los artefactos de gas.

– Concurrir con urgencia a un centro de salud u hospital y/o comunicarse inmediatamente con un servicio de emergencias médicas.

¿Cómo se puede prevenir?

Es elemental el control de las instalaciones y el buen funcionamiento de artefactos así como es importante mantener los ambientes bien ventilados:

– Controlar la correcta instalación y el buen funcionamiento de los artefactos tales como: calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles, motores de combustión interna en automóviles y motos, braseros.

– Examinar especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado.

– Hacer una verificación de las instalaciones con personal matriculado que pueda identificar y corregir los desperfectos de la fuente generadora de monóxido de carbono.

– Existen distintos signos que muestran que un artefacto no está funcionando bien y vuelve urgente hacer revisar la conexión por un gasista matriculado.

-Comprobar que la llama de estufas y hornallas sea siempre de color azul. Si les anaranjada es señal de mal funcionamiento. Lo más notorio en un conducto de gas que no esté bien puesto o mal tapado, es el rastro de una mancha negra en el techo y en la pared (en el recorrido que hace el caño).

Ambientes bien ventilados

– Comprobar que los ambientes tienen ventilación hacia el exterior

– Ventilar toda la casa una vez al día, aunque haga frío

– Dejar siempre una puerta o ventana entreabierta, tanto de día como de noche, y aun cuando haga frío

– Si se encienden brasas o llamas de cualquier tipo, no dormir con éstas encendidas y apagarlas fuera de la casa

– No usar el horno o hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente

– No mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor

– El calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados

– No encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en cuartos cerrados, en sótanos o garajes

– No mantener el motor del auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado. Si su garaje está conectado al resto de su hogar, cierre las puertas.

– No arrojar al fuego plásticos, goma o metales porque desprenden gases y vapor que contaminan el aire.

Ante cualquier duda o sospecha llamar inmediatamente a la Dirección de Emergencias (107) o a Defensa Civil (103).