A raíz de numerosas denuncias de los usuarios ante las malas condiciones de las unidades de la empresa San Pedro de Colalao, el gobernador Osvaldo Jaldo había instruído a sus funcionarios para que realicen los controles de rigor y proceder al secuestro de los colectivos que no se ajusten a las normativas vigentes.

Así se llegó a este jueves, cuando fueron los mismos choferes de las empresas San Padro de Colalao y Villa Gloria, que cubren el servicio de Trancas y Leales, que decidieron no seguir trabajando en condiciones donde estaba en riesgo la vida de ellos y de los pasajeros.

El planteo fue llevado adelante por los trabajadores con el respaldo de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Tucumán, que acudió a la Dirección de Transporte de la Provincia.

En esas circunstancias, el gobierno de la provincia resolvió suspender a las empresas. Además, determinó que la cobertura de esos servicios, hacia Trancas y Leales, serán prestados por la Asociación de Empresarios del Transporte (AETAT), que no cobrará el pasaje a los usuarios. 

Según confirmó el director de Transporte, Sergio Apestey, la suspensión a las empresas es de 7 a 10 días, tiempo en el que los mecánicos deberán dejar en condiciones los colectivos observados y de ese modo, poder garantizar la seguridad de los choferes y de los pasajeros.