“Esto es de nunca acabar. El 10 de octubre del año pasado en un incendio de cañaverales perdí mi auto en un choque en cadena. Gracias a Dios no perdí mi vida. Nadie hizo nada y estoy esperando justicia”, escribió Roxana, vecina del sur tucumano.
Si bien la quema de cañaverales o cualquier tipo de vegetación se encuentra prohibida por ley desde 2004, parece ser un problema muy difícil de resolver y que siempre deja mal posicionados a los productores cañeros y al gobierno por no hacer cumplir la ley.
“La Ley Nº7459 prohíbe la quema de caña de azúcar cosechada o en pie, rastrojo y cualquier tipo de vegetación, como también la recepción de caña quemada por parte de los ingenios. En toda la provincia no se puede respirar por el humo y nadie hace nada. Debería existir multas altas para que frene un poco, pero sin no hay control difícil que pase”, posteó, Antonio del barrio mercantil de San Ramón.
Ayer por la tarde en este sector, donde se produjo el incendio, las llamas superaban los 3 metros y avanzaron rápidamente a unos cuantos metros de la ruta 329, el contexto era acompañado por un denso humo negro y la “lluvia negra”, que son las cenizas que se desprende de la quema de cañas.
“A pesar que hay ingenios que dejaron de moler, los incendios continúan. Hay que esperar unas semanas todavía para poder respirar menos humo”, señaló Eduardo, de Concepción.