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Alberto Fernández negó haber golpeado a Yáñez: "Es falso todo lo denunciado"

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El expresidente dijo estar seguro de la "parcialidad" del juez que interviene en la causa. También se refirió a supuestos problemas psiquiátricos que padecería su ex pareja.

Tras ser procesado por violencia de género contra su ex pareja Fabiola Yáñez, Alberto Fernández negó haber golpeado a la ex primera dama, cuestionó el accionar de la Justicia y se refirió a supuestos problemas "psiquiátricos" que padecería la madre de su hijo menor, Francisco.

"Estoy muy seguro de lo falso que es todo lo denunciado y de la parcialidad del juez que interviene (Julián Ercolini)", afirmó el ex mandatario esta mañana durante una entrevista con el periodista Fernando Llorente en Splendid 990.

En sus declaraciones, Fernández resaltó que se encuentra librando una pelea "muy injusta con la madre de un hijo mío, al que adoro y no puedo ver desde hacer mucho tiempo por todos los obstáculos que la madre puso".

En ese sentido, lamentó que la Justicia haya desestimado su pedido de recusación contra el juez Ercolini, con quien, dijo, tiene una enemistad "pública y notoria". "La del juez es una mirada muy segmentada y sesgada de lo que hay en la causa", señaló.

"Hay testigos que dicen que Fabiola se llenaba de moretones por los golpes de sus caída y se sacaba fotos diciendo que algún días las iba a usar. ¿Cómo puede ser que no haya un renglón sobre eso?", planteó Fernández. "Yo no niego que esas lesiones puedan haber existido, lo que niego es que se las haya hecho yo", añadió.

También se refirió Fernández a la fotografía de Yáñez con un moretón en el ojo. Dijo que fue "claramente el resultado de una intervención estética que se hizo, que negó y que ahora quedó probado" y recalcó que "ese ojo negro, nunca lo tuvo". "Nunca nadie lo vio, no hay un solo testigo", abundó.

Fernández habló con la prensa un día después de que la Cámara Federal Porteña confirmara por mayoría el procesamiento en su contra por dos hechos de lesiones leves y un hecho de lesiones graves, doblemente agravados por el vínculo, abuso de poder y autoridad, y amenazas coactivas. Esta medida dejó al ex presidente al borde del juicio oral en la causa que le iniciara Yáñez poco después de dejar la Presidencia.