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La UTA anunció una huelga nacional por 24 horas para el 6 de mayo

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La medida afectará el transporte urbano y suburbano de corta y media distancia en todo el país. La decisión fue tomada luego de una fallida negociación salarial con los empresarios, desde donde argumentan que la falta de actualización salarial responde al silencio del Gobierno Nacional respecto de los subsidios. Si bien la discusión salarial es solamente por los choferes del AMBA, las medidas suelen ser acompañadas en todo el país porque los acuerdos para esa región luego se trasladan al interior. UTA Tucumán confirmó su adhesión.
El transporte público volverá a paralizarse en todo el país. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó un paro nacional de colectivos para el próximo martes 6 de mayo, en reclamo de una mejora salarial y ante la falta de acuerdo con las cámaras empresarias del sector. La medida afectará los servicios urbanos y suburbanos de corta y media distancia, en una jornada que se anticipa conflictiva y con miles de personas buscando alternativas para llegar a sus trabajos.

La nueva audiencia convocada por el Ministerio de Capital Humano terminó como tantas otras: sin una propuesta, sin avances y con los choferes cada vez más al límite. Las empresas volvieron a excusarse en la falta de actualización de subsidios y tarifas, mientras el Gobierno de Javier Milei mira para otro lado y prolonga un conflicto que ya afecta a miles de trabajadores.

El encuentro virtual de este martes reunió a funcionarios nacionales, cámaras empresarias y dirigentes del gremio que conduce Roberto Fernández. Pero en lugar de una propuesta concreta, las patronales repitieron el libreto: dijeron que no pueden mejorar los salarios porque el Estado no actualiza los subsidios y exigieron una reapertura del cálculo de costos.

Desde las cámaras -- AAETA, CEAP, CETUBA y CTPBA-- insistieron en que su margen de negociación está atado a la decisión política de ajustar o no las partidas estatales. Mientras tanto, los sueldos de los choferes quedaron desfasados frente a una inflación que no se detiene y tarifas que se duplicaron para los usuarios, pero no para los salarios.

Cansada de maniobras dilatorias, la UTA denunció que el sector empresario usa las indefiniciones del Gobierno como excusa para seguir estirando las audiencias sin ninguna oferta real. "No vamos a tolerar esta farsa prolongada ni que se ponga en juego la dignidad y el sustento de más de 60.000 familias trabajadoras", expresaron desde el gremio en un comunicado.

El malestar no se limita al bolsillo. Los dirigentes remarcaron que hoy la continuidad del servicio público depende solo del esfuerzo de los choferes, mientras las empresas y los organismos de control se corren de la escena y el Estado nacional permanece ausente. Frente a este escenario, el sindicato definió impulsar el paro nacional.

El Ministerio de Capital Humano fijó una nueva audiencia para el lunes 5 de mayo a las 14, apenas un día antes de la medida de fuerza. Sin embargo, desde la UTA anticiparon que el paro sigue en pie y solo se levantaría si las empresas presentan una propuesta salarial aceptable.

El conflicto, que lleva semanas sin resolución, expone otra vez la fragilidad de un sistema de transporte público dependiente de subsidios congelados, tarifazos para los usuarios y una precarización creciente de los trabajadores. En el medio, miles de personas quedan rehenes de una pelea donde el Gobierno nacional evita intervenir y permite que el servicio se sostenga a pura resistencia de quienes manejan los colectivos.