Ingenio Bella Vista: 66 despidos y promesas incumplidas tras la llegada de Coca-Cola

- -
Este lunes los operarios volvieron con la protesta con quemas de cubiertas frente a la puerta de ingreso la fábrica. El Ingenio Bella Vista, fundado en 1882, es uno de los más antiguos del país y produce azúcar y alcohol etílico, exportando parte de su producción.

El conflicto surgió pocos días después de que Salta Refrescos S.A., una subsidiaria de Arca Continental (el segundo embotellador más grande de Coca-Cola en América Latina), completara la compra parcial de la planta, una operación que superó los 30 millones de dólares.

La protesta fue convocada por el Sindicato de Empleados de la Industria Azucarera (SEIA), que exige la inmediata reincorporación de los despedidos. "Nosotros hemos planteado la situación ante el secretario de Trabajo. Queremos que vuelvan los 66 compañeros", manifestaron voceros del gremio.

Según los delegados, la empresa había prometido reubicar a los trabajadores de las áreas en refacción. Sin embargo, denunciaron: "salimos ahora con 66 despedidos". Además, aseguraron que Salta Refrescos no ha indemnizado a ninguno de los cesanteados, a pesar de haber prometido "habilitar una oficina para que cada uno verifique las condiciones del pago".

Asamblea y tensión en plena zafra

Este viernes, los trabajadores del ingenio llevaron a cabo una asamblea interna para definir los pasos a seguir. Empleados de diversas áreas expresaron su total respaldo a los despedidos. "Hoy estamos acompañando todos los trabajadores del Ingenio Bella Vista a los compañeros cesanteados", se escuchó durante la asamblea.

La tensión se intensifica justo con el inicio de la zafra, una etapa crucial para la actividad azucarera. La incertidumbre es palpable: si el conflicto se prolonga, la producción de la temporada podría verse seriamente afectada, con consecuencias negativas para toda la economía local.

El Ingenio Bella Vista, fundado en 1882, es uno de los más antiguos del país y produce azúcar y alcohol etílico, exportando parte de su producción. Su adquisición por parte de Arca Continental se suma a la del Ingenio Famaillá, controlado por la misma compañía desde 2016. La llegada de Coca-Cola se había presentado como una apuesta para consolidar el polo azucarero tucumano.

No obstante, la realidad en el terreno genera dudas. "Esta inversión tenía que traer desarrollo, pero empieza con despidos", lamentó un obrero con 15 años de antigüedad. La presencia de fuerzas de seguridad durante la asamblea también generó malestar entre el personal, que teme una escalada del conflicto si no se establece un diálogo con la empresa.

El Ministerio de Trabajo ya ha intervenido para abrir una instancia de negociación. El gremio espera una respuesta urgente, advirtiendo que "no descartamos un paro total si no hay soluciones".