El entrenador de Boca Juniors Miguel Ángel Russo murió este miércoles a los 69 años, luego de varios años de lucha contra un cáncer de próstata que había sido diagnosticado en 2017. El entrenador estaba bajo internación domiciliaria con pronóstico reservado y acompañado por su familia, según confirmó el comunicado oficial que Boca Juniors difundió.
Russo fue una figura querida dentro y fuera del club. Campeón con Boca en tres etapas —la Libertadores 2007, la Superliga 2019-2020 y la Copa de la Liga 2020—, se ganó el cariño de los hinchas por su perfil bajo y su vínculo cercano con los jugadores. Incluso durante sus períodos más delicados de salud, nunca perdió el compromiso con su trabajo ni la calma que lo caracterizaba.
El mundo del fútbol se volcó a las redes para enviarle mensajes de apoyo a su familia. Desde Estudiantes de La Plata, el club donde se formó como jugador y debutó como técnico, lo homenajearon con tristeza.
La despedida del fútbol
Tras conocerse la noticia, el mundo del fútbol despidió a Russo y envió sus condolencias a la familia. Desde Boca hasta River expresaron su dolor por su fallecimiento. "Huella imborrable", "protagonista ineludible" y "un guerrero de la vida" fueron algunas de las definiciones que postearon para despedirlo.
"Miguel deja una huella imborrable en nuestra institución y será siempre un ejemplo de alegría, calidez y esfuerzo", posteó Boca.
Rosario Central, por su parte, lo recordó como "Un Guerrero de la vida. Un Guerrero de Central".
Estudiantes de La Plata, club del que surgió como jugador y fue ídolo, saludó a su "hijo pródigo y gloria futbolística de nuestra institución".
"Hasta siempre, Miguel querido", lo despidieron.
River lamentó su partida y le envió sus condolencias a la familia.
La tristeza y conmoción se extiende en el fútbol argentino, así como el reconocimiento y el cariño por Russo, uno de los hombres más queridos. Una muestra se puede ver en la mayoría de los posteos que marcan el año de nacimiento y el de partida: "1956 - ∞".
Cáncer de próstata: el diagnóstico de Russo
En 2017, mientras dirigía a Boca, Miguel Ángel Russo recibió el diagnóstico de cáncer de próstata, una enfermedad que suele detectarse de forma tardía debido a la falta de síntomas en sus primeras etapas.
Tras someterse a un tratamiento exitoso en ese momento, logró volver a dirigir y mantener una vida activa, aunque los controles periódicos nunca dejaron de formar parte de su rutina. Durante esos años, el DT mantuvo su enfermedad en reserva, pero quienes lo conocían sabían que las dolencias del cáncer lo aquejaban.
En 2021, una infección urinaria lo obligó a internarse en el Instituto Fleming, y aunque se recuperó, la dolencia nunca desapareció del todo. “El que sabe sobre su salud es uno mismo”, había dicho en una conferencia después de la internación en septiembre de este año, molesto por las especulaciones sobre su estado. A pesar de los contratiempos, Russo siempre volvió. Lo hizo con Boca, con Rosario Central, con Estudiantes y en cada club donde trabajó.
Una rica trayectoria
La trayectoria de Russo en el fútbol fue extensa y está marcada por éxitos en distintos países. Nacido en Lanús en 1956, desarrolló su carrera futbolista en Estudiantes de La Plata, donde disputó 420 partidos y conquistó dos títulos. Como entrenador, logró ascensos con Lanús y Estudiantes, dirigió a equipos en Argentina, España, Chile, México, Colombia, Perú, Paraguay y Arabia Saudita, y sumó títulos con clubes como Vélez Sarsfield, Rosario Central y Millonarios.
Superó los 1.000 partidos dirigidos y es distinguido por su trayectoria en diversas instituciones.
Su hijo Ignacio Russo debutó como profesional en Rosario Central en 2020, consolidando el legado familiar en el deporte, y hoy milita en Tigre.
Con 12 títulos en su gloriosa carrera, y una demostración incalculable de su amor por la profesión y el fútbol, Miguel quedará en la historia como jugador y técnico.
En su primera etapa, por haber defendido los colores del Pincha, su único club en su etapa como jugador. Ya con el buzo de entrenador, tocó el cielo con las manos con varios clubes, pero su marca en la historia xeneize y esa Libertadores nunca será olvidada para el mundo del fútbol.
Volvió para dirigir el Mundial de Clubes en un lugar que para él se convirtió en su casa tras aquella gesta inolvidable.