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Banda del Río Salí: una pareja de prestamistas fue acusada de usura y extorsión

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“El Gordo Lucho”, de 47 años, estará con arresto domiciliario por el plazo de 30 días. Interviene la Unidad Especializada de Robos y Hurtos II del Ministerio Fiscal.

Una pareja de prestamistas (de 47 años), conocidos como “El Gordo Lucho” y “Gorda Gaby”, fueron acusados por el Ministerio Fiscal (MPF) por tres hechos que corresponden a la calificación legal de usura y extorsión, en calidad de coautores.

La Unidad Especializada de Robos y Hurtos II, que dirige Susana Cordisco, está a cargo de la investigación. Por cuestiones de salud, el masculino permanecerá con arresto domiciliario con pulsera electrónica por 30 días.

En tanto, su esposa lo hará con medidas de menor intensidad (no privativas), entre ellas, la prohibición de acercamiento al damnificado y a los testigos, en un radio de 500 metros.

“En el domicilio de ambos imputados, se encontraron bienes de valor que no pudieron ser justificados. Además, se secuestraron teléfonos y unos talonarios con los que hacían la compra-venta de productos”, sostuvo la auxiliar de fiscal, Lourdes Correa, quien mencionó que otros cómplices podrían estar involucrados conforme avance la investigación.

“En los inmuebles de quiénes serían sus allegados fueron secuestradas armas y dos vehículos. También fue hallado el autoelevador que le fuera sustraído a la víctima”, agregó la representante del MPF.

La acusación

En el mes de agosto, “Gordo Lucho” y su esposa (alias “Gorda Gaby”) se hicieron presentes en el taller mecánico de propiedad de la víctima masculina, ubicado en Banda del Río Salí, y tomaron conocimiento que el damnificado atravesaba una situación económica apremiante.

Aprovechándose de esta situación, previo acuerdo de voluntades, le ofrecieron y otorgaron un préstamo por el monto de $2.000.000, valor que debía pagarse en el término de un mes, en una cuota y con un interés de $800.000, exigiendo, además, como garantía abusiva del pago del préstamo y la entrega del formulario 08 de una camioneta que la víctima tenía en su poder y que entregó para adquirir el préstamo.

En razón del monto desproporcionado, en el mes de septiembre, el damnificado abonó únicamente $800.000 correspondiente a los intereses pero, “Gordo Lucho” le expresó que la deuda continuaba siendo de $2.800.000.

En el mes de octubre, la víctima no pudo pagar la deuda y el acusado volvió a confirmar que la deuda seguía incrementándose sin precisar montos, consolidando la ventaja pecuniaria desproporcionada.

El jueves 25 de septiembre, en horas de la tarde, mientras el damnificado se encontraba trabajando en su local se hizo presente “Gordo Lucho” a bordo de un automóvil, exigiéndole el pago de una deuda y observó dos motocicletas en el interior del taller por lo que retiró las trabas de seguridad y las llevó hacia el exterior. Allí le ordenó a un cómplice, que aguardaba en la camioneta, que descendiera y se llevara la Honda Twister.

Luego, tras realizar un llamado telefónico, arribó un segundo sujeto a quien el imputado indicó que se llevara la Honda XR 125. Previo a subir a la camioneta, “Gordo Lucho” le dijo que no vería nunca más los motovehículos, que eran parte del pago, y le exhibió un arma de fuego negra, con la que le afirmó que mataría a él y a su familia si no cumplía, generando un temor en la víctima que permitió que se llevarán las motocicletas.

Finalmente, el viernes 10 de octubre a las 15:00 horas, el imputado repitió su accionar pero en esta oportunidad le exigió la entrega de un autoelevador advirtiéndole que si llamaba a la policía lo mataría a él y a su familia.

Ante tal intimidación y temor generado, la víctima le entregó el mismo, por lo que los sujetos que lo acompañaban ingresaron al taller junto con la grúa, desmontaron el autoelevador y lo cargaron en la camioneta./MPF