Los investigadores de la caída del Airbus A230 de la empresa Germanwings en los Alpes franceses creen que el copiloto rechazó abrir la puerta de la cabina al comandante y accionó el descenso del avión "con voluntad de destruir el avión" por razones que se desconocen.
El misterio persiste en torno a la caída del avión de Germanwings, que dejó un saldo de 150 víctimas. A dos días del accidente, el fiscal francés Brice Robin, responsable de la investigación judicial, informó que el copiloto –identificado como Andreas Lubitz, de 28 años- no permitió entrar a la cabina al capitán al mando –cuando éste salió por unos minutos-, y luego accionó voluntariamente el descenso.
Robin explicó que en cierto momento el piloto se retiró de la cabina, "tal vez para ir al baño", y al volver la puerta se encontraba cerrada. Al golpear y pedir al copiloto que abriera, éste no respondió más. "Solo oímos su respiración, que parecía normal. No pronunció ni una palabra desde que el capitán salió de la cabina", detalló Robin.
