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Guido Sebastián Ferreyra asumió al frente de Radio Nacional Tucumán

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Este miércoles, con la presencia del secretario adjunto de la APT, Walter Alú, el flamante director recibió las llaves del saliente funcionario, José Sbrocco. "Lo primero que quiero hacer, es escuchar las inquietudes de todos mis compañeros para mejorar todo lo que se pueda y después revalorizar la música local y nuestra cultura", afirmó a Primerafuente.

"Todavía no lo puedo creer. Sos el primero al que atiendo después que me llamaron de Buenos Aires para decirme que soy el nuevo director de Radio Nacional", expresó Guido Sebastián Ferreyra a Primerafuente a los pocos minutos de ser confirmado como flamante director de la emisora. 

"Estaba revisando el material para el informativo (que conduce todas las noches por Canal 10), cuando recibí la llamada de Juan Martín Ramos Padilla. No me preguntó si quería el puesto, directamente me felicito por ser el nuevo director de Radio Nacional Tucumán. Me quedé en shock por un momento, pero claro que estoy feliz, feliz de estar al frente de una radio que tanto quiero, donde están mis amigos y compañeros de trabajo", expresó visiblemente emociondo.

En sus palabras y en la expresión, se nota que está contento porque a partir de mañana será el responsable de la casa que lo vio nacer, que lo formó y donde convive con sus primeros maestros y actuales compañeros. 

Desde hace 23 años está en Radio Nacional donde comenzó como productor llevado de la mano de su compañero Pablo Toledo, ni bien terminó la carrera de locución en la Universidad Santo Tomás de Aquino. Y desde hace 10 años está en Canal 10, donde conduce el informativo cada noche y como él lo reconoce desde entonces, adquirió una mayor trascendencia pública. 

Sin embargo, admite que la radio es su pasión, desde aquel día que con 16 años empezó en la FM San Alfonso porque su madre lo empujó a ser locutor. Desde entonces no detuvo su marcha y recorrida por distintas emisoras, "pasaba música romántica y metía algunas palabras. Era lo que había y lo hacía porque me gustaba. Pero de cobrar, nada de nada", recuerda Sebastian como lo llaman en su casa. 

Pasaron algunos años para empezar a recibir alguna gratificación monetaria, tal vez haya sido cuando pasó por FMI donde aprendió el oficio de locutor junto a Carlos Bonilla y Mónica Orellana. Y desde allí llegó a Radio Nacional, allá por el año 1997 y bajo la dirección de Tulio Barcala, un año después recuerda que cobró su primer sueldo en blanco y todavía guarda aquel primer recibo por $360.

Hoy con 45 años, siente que está frente a una inesperada oportunidad de trabajo y piensa disfrutarlo junto a su esposa Cecilia y sus hijos Santiago (17 años) y Lourdes (12 años). Admitió que nunca se postuló o buscó el cargo, "escuché por ahí que estaban buscando alguien de la radio para la dirección, pero nunca pensé que me eligirían", señaló. 

"Claro que si me preguntaban hubiera dicho que sí, pero nunca lo hicieron, directamente me dijeron que había sido elegido como director y ahora estoy feliz que hayan pensado en mí", dijo Guido.

Surge la pregunta de las ideas que tiene para la radio y qué cosas cambiaría? A lo que sin dudarlo ni un instante respondió: "quiero escuchar a mis compañeros. Saber que piensan, que quieren, lo que necesitan para poder estar mejor". 

Resultará un tanto raro, a partir de este miércoles cuando el director saliente José Sbrocco lo ponga en funciones, porque desde entonces se mezclarán las sensaciones de compatibilizar el jefe con el compañero. "Mirá lo que son las cosas de la vida...pero no tengo dudas que entre todos seguiremos trabajando como lo venímos haciendo. No entiendo otra manera de hacer las cosas, entre compañeros y amigos, es todo mucho más fácil".

Respecto a la programación, cree que hay que recuperar el espacio para los pueblos originarios, para todos aquellos que no tienen voz y para los artístas locales.

Guido promete seguir conduciendo el informativo de Canal 10 porque si bien la radio es su pasión, entabló una relación bárbara con los que cada noche se enganchan con su manera de contar las noticias, un tanto formal y un poco descontracturado.