La invasión de estas mariposas es producto de la migración que emprenden periódicamente desde el norte del país. Las que invaden la provincia llegan desde Jujuy y se dirigen hacia Mendoza y otras provincias del centro. A través de ese movimiento buscan un lugar óptimo para reproducirse.
Según los especialistas, pueden volar a unos 300 metros de altura y recorrer largos trayectos durante cuatro meses, su período aproximado de vida. Cada tres o cuatro años aparecen enormes enjambres, cuando se produce el pico poblacional, y en cualquier planta dejan sus huevos.
Expertos destacan que este fenómeno no genera daños en personas ni en plantas o cultivos y son esperanza, ya que significa que el ecosistema es apto para su reproducción.