Distintos panaderos se mostraron preocupados por el aumento que tiene la harina de trigo y que podría seguir en ascenso en la medida que persista el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, los mayores productores de granos del mundo.

Por los nuevos incrementos en la bolsa de harina, los panaderos analizan otro aumento en el precio del pan. Semanas atrás ya aplicaron un ajuste del 15%. Además, los proveedores recortaron la entrega de la materia prima.

Aunque suene extraño y lejano, esto tendría relación directa con la guerra entre Rusia y Ucrania. "El jueves pasado los vendedores de harina nos pasaron entre $60 y $80 de aumento la bolsa de harina. El viernes $100 más", expresaron algunos panaderos, alertados por el precio de la bolsa de harina que por estos días llega a los $1.800

"El valor del viernes era de $1.550 más o menos la bolsa de harina, de $1.320, que la estábamos pagando en promedio, pegó un salto importante", indicó el empresario.

"La grasa también sube. Semana tras semana tenemos novedades de aumentos en todas las materias primas, cuando no es harina es la grasa, sino es la margarina, o es la levadura. Hace poco tuvimos paritarias y también va a haber aumentos de sueldos, y todo ese combo en algún momento tenés que trasladarlo al precio del pan", agregó un comerciante.

El 10 de febrero hubo un incremento en los precios para el consumidor del 15%, por lo que el kilo de pan se vende a $220, la docena de tortitas a $320, y las facturas comunes a $480 la docena.

Debido a esta suba sin escalas del precio de la bolsa de harina, en las próximas horas verán cómo están los precios y si hay recortes en las ventas o no, para evaluar un nuevo incremento en el precio del pan y los subproductos.

Sin harina

Debido a los recortes de entrega de harina que hicieron varios proveedores, por la especulación de lo que pasaría esta semana con los precios, las panaderías más chicas corren riesgo de no poder abrir sus puertas por falta de la materia prima.

También siguen de cerca lo que pasa entre Rusia y Ucrania,  al estar en guerra no pueden vender su producción, lo que genera un aumento del precio que afecta directamente al trigo y genera especulaciones en los valores.

"Con este problema de la guerra, se dispara la bolsa en Chicago, Estados Unidos, suben los valores de todos los granos, entonces los molinos en Argentina dicen: 'si está pasando esto, esperemos a la semana que viene. Guardemos la harina y la vendemos más cara'. Es una historia que no termina nunca, y el tema es que siempre, con todos estos problemas, el perjudicado es el consumidor", describió un empresario panadero.