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La Red, un libro de Sibila Camps sobre el caso Marita Verón

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"Era el caso más importante de trata sexual del país con trascendencia internacional”, dijo la autora del libro “La Red” referido al caso Marita Verón. La entrevista de Télam.

El secuestro de Marita Verón para esclava sexual, la incansable búsqueda de Susana Trimarco y el escandaloso primer fallo de un tribunal de Tucumán -absolvió a todos los acusados- marcaron un antes y un después en la percepción social sobre la prostitución y la trata de personas, un negocio ilegal de compra-venta de seres humanos que mueve millones de dólares en todo el mundo.

En el trabajo de 553 páginas, editado por Planeta, Sibila Camps establece a partir de un minucioso seguimiento del juicio desarrollado entre febrero y diciembre del 2012 en la Cámara Penal de Tucumán, una radiografía del modo en que las mafias captan mujeres para la prostitución y la impunidad con que se mueven ante la, prácticamente, indiferencia social.

"Era el caso más importante de trata sexual del país con trascendencia internacional y lo que iba a aparecer en el juicio era mucho más que la libertad o la cárcel de los imputados", sostuvo Camps durante una entrevista con Télam.

Historias de vida detrás del expediente, los sueños truncos de personas de carne y hueso; el funcionamiento de los tres poderes respecto de la problemática y los roles que se actúan en un juicio oral donde justicia y verdad "marchan a veces por caminos divergentes", agregó.

También quedó bajo la lupa de su atenta mirada "la escala de valores" de la sociedad provincial, asimilable a cualquier ciudad de la Argentina, sustrato sobre el que se asientan conductas y fantasías.

La primera pregunta es qué objetivo te planteaste al escribir el libro

Seguro no era hacer justicia por Marita porque para mí la Justicia es una construcción colectiva. Sí quería instalar la problemática de la explotación sexual, la trata y la prostitución desde la perspectiva de los derechos de las mujeres. Después me interesaron todos los contextos emergentes, las distintas situaciones articuladas en el juicio: la religión, la Iglesia; el miedo por el terrorismo de Estado en Tucuman; la cuestion patriarcal; la desastrosa justicia penal de Tucuman. O la infiltración de la mafia en la política.

Otras tenían que ver con cosas específicas del noroeste. Me interesaba mostrar las cosas que se iban diciendo o no en el juicio, lo que se callaba o no, me intereso reponer todo eso, hacer el marco para que se pudiera ver todo ahi.

"Quería instalar la problemática de la explotación sexual, la trata y la prostitución desde la perspectiva de los derechos de las mujeres"

¿Qué pone al descubierto el caso, entre otras cosas?

La causa Marita Verón es quizás el grano de pus, el sí¬ntoma o el tumor que al salir pone al descubierto una gran mafia que había en Tucuman desde mucho tiempo antes y que se sabía públicamente que existía: la mafia de los Ale. Cuando digo la palabra mafia estoy utilizando la palabra que usaron desde el genocida Antonio Bussi hasta el titular de la Procuración contra la Criminalidad Económica y el Lavado de Activos (Procelac), Carlos Gonella, para referirse a esta gente.

Pero Rubén Ale no estaba imputado en el caso A lo largo del juicio hubo dos o tres testigos que involucraron en forma directa a "La Chancha" Ale. Tanto en Tucumán como en La Rioja. Hubo testigos que lo vieron en La Rioja, pero después todo eso no existía para los jueces. Lleva a la impunidad absoluta con la que terminó el juicio. Igual surgieron elementos que permitieron a los abogados de Trimarco presentar un caso ante la justicia federal.

¿Se puede decir que hay otras organizaciones criminales dedicadas a la trata para explotación sexual?

Aprendí algunos conceptos clave. Uno es que hablamos de una gran red, un hormiguero, son como nodos directa o indirectamente relacionados entre sí. De pronto un proxeneta lleva, vende o alquila a una mujer de un prostí¬bulo a otro que quizás no tienen relación entre sí, pero sí la hay a través de las o los proxenetas que compran y venden o las mujeres que van por su propia cuenta. Todo está interrelacionado y siempre tiene el mismo paraguas protector del Estado. Como bien dice el trabajo que tiene hecho la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase) dependiente de la Procuración General de la Nación: "las redes de trata en la Argentina no son autónomas del Estado", es decir que le cortás la protección y la red no puede existir.

**¿El caso y el juicio marcan un antes y un después? **

Es un antes y un después en cuanto a la visibilización de la problemática y la toma de conciencia. Sirvió mucho, además, desde que se hizo la telenovela Vidas Robadas. Personalmente y para entonces ya venía con los temas de violencia de género y la trata de mujeres con fines de explotación sexual.

Por esa época se estrena La Desconocida, una película de Giuseppe Tornattore, con un abordaje no convencional y muy fuerte sobre la trata sexual. A la víctima, que es ucraniana, escapada y establecida en Roma, no sólo la tenían para esclava sexual sino también para embarazarla. La veían matrimonios que no podían procrear y era elegida. La mujer además se enamora pero su proxeneta mata a su hombre y cuando logra escaparse sale a buscar a su hija.

¿Es lo mismo prostitución, explotación sexual y trata?

Aprendí¬ que son tres caras del mismo problema y que la consigna "Sin clientes no hay trata" es incompleta. "Sin clientes no hay prostitución y sin prostitución no hay trata". Hay que restablecer el eslabón del medio. La mujer que hoy está en situación de prostitución por su propia cuenta -entre comillas por su propia cuenta- muy probablemente haya sido iniciada siendo menor de edad con lo que ya tenés un delito. La inmensa mayoría de las chicas fueron iniciadas siendo menores. Después las engancha y explota un fiolo. En el 99% de los casos hay explotación porque les descuentan los profilácticos, la comida, el alojamiento, lo que llaman ropa de trabajo y de lo que le queda, le dan el 50%. Eso se llama explotación sexual.

"Sin clientes no hay prostitución y sin prostitución no hay trata"

¿En qué casos se habla de esclavitud? Te doy un ejemplo, una mujer está por su cuenta en un prostíbulo pero algo pasa y no quiere recibir a un hombre porque está muy borracho, o fue muy bruto o le hizo daño. Si ella se defiende porque el tipo quiere abusar de otra manera, comete violencia entonces la castigan los dueños o dueñas del prostí¬bulo. Hay una multa de tantos pesos y eso significa que el 50% del dinero tampoco se lo van a dar hasta que cubra la multa que le dieron y no se puede ir de ahí. Entonces queda en situación de esclavitud sexual hasta que cubra. Después se puede ir. Entonces es un camino reversible prostitución, explotación sexual y trata. Y al hombre que paga por sexo no le importa nada, si esa mujer empezo siendo menor de edad, si tiene proxeneta, si cobra o no cobra no quiere enterarse. Él está preocupado por otra cosa, satisfacerse.

¿La perspectiva de género estuvo presente en el juicio?

La única que lo planteó fue la vocal de la Corte tucumana, Claudia Sbdar, que creó una oficina de violencia doméstica en una corte provincial. Ella hizo una serie de consideraciones vinculado con la falta de perspectiva de género del primer fallo al que analiza y da argumentos fuertes y sólidos con legislación nacional e internacional. Toma un par de causas de la CIDH vinculadas con esto y argumenta cómo debería haber trabajado el tribunal, cómo hay que tomar testimonio a las víctimas protegiéndolas, no exponiéndolas.

Ella sí da un mensaje con perspectiva de género, imprescindible para cualquier acto de justicia. La perspectiva de género tiene que atravesar todos los actos de justicia. Todos, lo económico, lo laboral, el derecho de familia. La perspectiva de género tiene que ser un criterio sin el que no se puede analizar ni impartir justicia.