La policía alemana descubrió un coche bomba, discimulado en una ambulancia, cerca del estadio AWD-Arena donde se tuvo que suspender a último momento el partido amistoso entre Alemania y Holanda. La canciller alemana Angela Merkel tenía planeado asistir al partido, pero hasta el momento de la evacuación no había llegado al estadio.
Los espectadores presentes en el estadio, al que iba a acudir la canciller alemana y en el que se iba a rendir homenaje a las víctimas de los ataques del viernes, salieron en calma del mismo.