Están de moda, son más prácticas para evitar el caos vehícular y forman parte de un estilo de vida. Además, el levantamiento del cepo y la liberación de las importaciones permitieron que haya aumentado la oferta y que las compañías más prestigiosas a nivel global hoy tengan un portfolio de productos actualizado en la Argentina. Cualquiera sea el fundamento, las ventas de las motos de alta cilindrada crecieron en 2016 casi 100% si se toman en cuenta los modelos de las diez marcas líderes, que son las que prácticamente concentran todo el mercado. Entre enero y agosto de este año se vendieron cerca de 2.450 unidades premium frente a las 1.230 del mismo período del año pasado. Incluso, sólo considerando los ocho primeros meses, los patentamientos ya superan en un 20% al registro de todo 2015.

Si bien el segmento de alta gama es relativamente chico frente al mercado de motos en general, es remarcable el fuerte crecimiento que está experimentando luego de dos años de caídas estrepitosas, que prácticamente llevaron a este segmento al borde de la extinción. “El impuesto interno, que a partir de 2014 gravó a las motos y autos de alta gama, provocó fuertes subas de precios. Los clientes, muchos de ellos ABC1, no estaban dispuestos a pagar sumas tan elevadas por una unidad, por lo cual la mayoría postergó la decisión de compra”, explicaron desde la división Motovehículos de ACARA.

El otro factor que entorpeció la comercialización fue el de las trabas en las homologaciones, las cuales durante el gobierno kirchnerista llegaron a demorar más de ocho meses en ser aprobadas para algunos modelos.

En 2016, con la flexibilización de las medidas empezó la recuperación. Hoy hay más oferta y ha ido apareciendo esa demanda que estaba muy contenida por la falta de productos y los altos precios. Para graficar este cambio de escenario basta ver la evolución que ha logrado BMW: en 2015 había comercializado apenas 185 motos de más de 500 cm3.

¿Cuántas lleva vendidas entre enero y agosto de este año? Cerca de 850.

Este marcado dinamismo también se observa en otras marcas emblemáticas. Harley Davidson, que llegó a tener que enfrentar un proceso de achique por el cierre de las importaciones, en 2015 había logrado patentar sólo 47 unidades. En lo que va del año ya superó las 200.

En lo que respecta a la marca de origen italiano Ducati, pasó de 173 motos a llevar vendidas más de 300 en estos ocho meses.

El incremento de las operaciones tiene que ver con una mayor oferta pero, al mismo tiempo, con nuevas tendencias vinculadas al mercado de las motos.

En cuanto a los precios, la gama es tan diversa que los valores pueden ir de los u$s17.000 hasta los u$s55.000, dependiendo de la marca, pero con una gran variedad de opciones de acuerdo con la personalización, el nivel de equipamiento y estilo.

Hace apenas algunos días, la que se sumó al mercado fue Norton, que fue fundada en 1898 y que tiene su planta en Donington, Reino Unido. Se trata de modelos que se fabrican de manera artesanal, dedicando días enteros a cada una de las piezas. Sus valores parten en los u$s50.000 y se caracterizan por el estilo bien definido tipo Cafe Racer, una categoría en la que puede dar cátedra. “No queríamos motos chopers ni pisteras ni Touring. Buscamos una Cafe Racer para un público ABC 1”, aclara el titular de Shimisa, importador de la marca.

El primer concesionario abrió en Córdoba y en poco tiempo más desembarcará en Buenos Aires. Lo hace junto a Federico Bonomi, un apasionado de las motos, dueño de Kosiuko y Herencia Argentina. A estas marcas y modelos se sumarán en poco tiempo más productos.

Según anticiparon desde ACARA, el mercado está “sediento” y están dadas las condiciones para ampliar la oferta en todos los segmentos. En cuanto a la venta de motos en general, que cae casi 5% en lo que va del año, se espera que en el último trimestre se consolide la recuperación y que vuelva a crecer. De hecho, en agosto los patentamientos subieron 13% respecto a igual mes del año pasado, marcando lo que muchos consideran será el punto de inflexión.