González, como hombre cercano a la mesa de conducción de la CGT, respaldó la medida de fuerza y descartó rotundamente que se trate de una manifestación política. Asimismo, aseguró que “hay sobrados motivos para ir al paro”. “Tenemos una crisis económica y muchas personas están sin trabajo. El Gobierno pretende bajar la inflación a cualquier precio, reduciendo el consumo, y así nos quedamos sin fábricas, sin comercios y con toda la gente afuera. Se está profundizando la brecha económica y pronto sólo quedará la clase alta y los que no tienen nada”, expresó.
El dirigente se refirió además a las declaraciones de varios funcionarios del PRO que apuntan a deslegitimar el paro y los acusó de querer desestabilizar a los gremios: “el trabajador es inteligente, no come vidrio. Que digan lo que quieran, los trabajadores saben que el reclamo es legítimo”.
En cuanto a la demora de la CGT en fijar una fecha al paro, que derivó en incidentes durante la marcha del 7 de marzo, González dijo que se trató de una estrategia gremial. “Tenemos la responsabilidad de conducir y ser prudentes en estas situaciones. A este paro lo plantearon las bases, que son el grueso de los trabajadores. En la movilización no se anunció porque forma parte de una estrategia de lucha y no tengo dudas que el acatamiento será contundente”, concluyó.