Daiana tenía 16 años cuando desapareció. Lo último que se supo de ella es que iba a encontrarse con un vecino, Darío Suárez, quien le pidió que la acompañe a comprar un regalo. Pese a la sugerencia de que no avisara a nadie, Daiana comunicó a su mamá de la salida. También dejó cargando el celular por lo que luego se pudieron constatar los mensajes que había intercambiado. Una hora después, Suárez regresó sólo y a Daiana nunca más se lo volvió a ver.

El fiscal actuante, Claudio Bonari, durante los primeros 6 meses orientó la causa en torno a la hipótesis de femicidio y detuvo a Suarez y 11 personas de su entorno. No obstante, según denunciaron desde el colectivo Ni Una Menos, el fiscal desoyó los aportes de la familia sobre la posibilidad que Daiana haya sido captada por una red de trata y no se activó el protocolo de búsqueda de personas. Recién por iniciativa de la familia a los 3 meses se realizó la denuncia en el Juzgado Federal.

 “Desde el Ni una Menos Tucumán, y como lo venimos haciendo desde hace 3 años, queremos saber dónde está Daiana y exigimos que la justicia avance”.

Otra de las irregularidades que denunciaron desde Ni Una Menos es que en la causa nunca se investigaron las comunicaciones, el mismo día de la desaparición de Daiana, de uno de los jueces de turno, Marcelo Mendilaharzu, con una de las imputadas. Tampoco se investigó –sostienen- la desaparición de pruebas fundamentales en la investigación por parte de la policía provincial, motivo por el cual fueron en su momento detenidos 10 efectivos.

A 3 años de la desaparición de Daiana, el fiscal pidió la elevación a juicio de la causa bajo la carátula de privación ilegítima de la libertad en concurso real con el delito de homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía y mediando violencia de género. Los familiares y amigos de Daiana aún aguardan la resolución del requerimiento y que se fije tribunal y fecha al juicio. 

“El caso de Daiana muestra una vez más el accionar condescendiente, cuando no cómplice, de la Justicia, la Policía y todo el poder político con secuestradores. Hasta el día de hoy continúa el peregrinaje de las familias en las comisarías para que les reciban las denuncias por desaparición. Luego vienen las demoras hasta el ingreso de las causas a la justicia y para que esta comience a realizar las medidas de búsqueda de personas”, sentenciaron desde Ni Una Menos.