La quema de colchones es la manera que eligen los reos para hacer conocer su descontento a las autoridades policiales y judiciales. En todos los reclamos piden ser trasladados a unidad de encausados de Concepción.
El primer amotinamiento sucedió el 13 de noviembre en la
sede policial Concepción, la segunda ciudad más importante de Tucumán. Allí cerca
de 20 personas que estaban alojadas, por diferentes causas, resolvieron prender
fuego a un colchón. Alertados por la situación bomberos trabajaron en el lugar y
pudieron controlar la situación.
De acuerdo a las autoridades del Centro Judicial Concepción
esta revuelta, que se originó hace menos de 15 días, se dio porque las
autoridades sanitarias hisoparon a los aprehendidos en esta sede policial y
tres dieron positivos para coronavirus. “Por disposiciones médicas estas
personas privadas de la libertad deben permanecer aisladas”, informó Mariano
Fernández, fiscal Regional.
El funcionario
Judicial, comentó que días atrás se produjeron pequeñas revueltas dentro de esta comisaría producto del
aislamiento médico que deben soportar los detenidos.
“El sábado 13 prendieron fuego un colchón pero rápidamente ese hecho fue resuelto por el
personal policial. Sucede que estas personas deben permanecer sin contacto con
sus parientes pero es porque el protocolo
sanitario así lo exige. Esta situación generó
el conflicto”, justificó el Fiscal Regional. Sin embargo, parientes de
los reos indicaron que el verdadero problema es el mal estado en el que se
encuentran las habitaciones donde están alojados.
La segunda protesta ocurrió el domingo 21 en la sede policial de Juan Bautista Alberdi distante
100 km al sur de la capital tucumana. En este hecho, además de prender fuego a unos
colchones, los presos y policías se enfrentaron en los calabozos, hubo heridos
y debieron ser trasladados al hospital local.
“Los detenidos debían salir del calabozo, que se encontraba
destruido porque habían rotos barrotes y puertas de la celda, y al hacerlo se
abalanzaron sobre los uniformados originándose
una lucha. Algunos de los encausados
fueron llevados al hospital tras la pelea con los efectivos policiales”, comentaron periodistas
que estaban cubriendo la manifestación en vivo, a través de las redes sociales.
Los presos exigían ser trasladados a la Unidad Penitenciaria
Nº3 de Concepción.
Y la última protesta se produjo ayer en la comisaría de Aguilares. Los detenidos usaron el mismo modus operandi que en las otras
manifestaciones: quemaron colchones para llamar la atención.
La situación fue controlada rápidamente por los efectivos
policiales. En este edificio se encuentran al menos 25 personas encarceladas. “Pedimos
por nuestros familiares que están presos aquí. Están todos hacinados y las celdas no están en
buenas condiciones. Queremos sean trasladados a una cárcel de verdad”, comentó
Irma, mamá de un joven penado a 5 años de prisión por robo.
Emergencia carcelaria
A principios del mes de octubre el gobernador Osvaldo Jaldo reconoció
que la provincia se encuentra en una
emergencia carcelaria y además anunció con bombos y platillos la construcción de
una nueva penitenciaria.
"Hoy la provincia está en una emergencia carcelaria. Se
ha concretado la construcción de la cárcel en la provincia de Tucumán. Estamos
trabajando en un proyecto, en un prototipo nuevo. Ya los recursos están
asegurados para la construcción de la cárcel, ya tenemos el terreno, lo único
que faltaría es entrar en el proceso licitatorio y de adjudicación, que lo
vamos a tratar de hacer lo más corto posible siempre conforme a leyes
vigentes", subrayó.