La inhalación de polvo o agua que esté contaminada con heces de aves, puede provocar enfermedades como la histoplasmosis o psitacosis. Es por ello, que se deben desinfectar correctamente las zonas infectadas.
En este sentido, el licenciado en higiene y
seguridad, Carlos Frías Paz, en diálogo con Radio Prensa, explicó cómo se debe
limpiar y desinfectar los tanques de agua potable. “Para la limpieza se trabaja
con hipoclorito de sodio (compuesto químico utilizado para la desinfección)
para realizar una cloración del tanque", detalló.
A su vez, especificó que “se deben utilizar
elementos de protección personal, como guantes, barbijos, gafas y mamelucos,
para que la persona no tenga contacto con este químico”. Debido a la
peligrosidad del mismo, destacó que no debe realizarla cualquier persona, sino
que debe ser personal especializado. Acto seguido, se realiza una cloración del
tanque y se utilizan bombas para que el químico haga un circuito por las
mismas. Además, se lleva a cabo un vaciado de las cañerías y una pasteurización
con agua a 70°. Mientras se va registrando la temperatura. Luego de esto, en
los edificios se comienzan a tomar muestras de agua fría, para saber el nivel
de acidez (ph) y cloro del agua”.
Para finalizar el proceso, se realiza una
“purga final en todo el edificio para retirar el excedente del cloro" y
explicó que, cuando ya se tienen las muestras, recién se puede determinar que
el edificio está limpio.
Frías Paz, quien también se desarrolla como
consultor Ambiental de la provincia, expresó que “debería haber una ley que
especifique que esta limpieza debe llevarse a cabo cada 6 meses de manera
obligatoria. Iban a poner en marcha para hacer una resolución según el
ministerio. Pero aún no hay nada”.
Para finalizar, comentó que, desde la
Comisión del Colegio de Profesionales de Higiene y Seguridad de Tucumán, se
brindan capacitaciones. En ellas, se explica con qué químicos y elementos se
debe trabajar.