En esta fecha histórica, la Asociación de Prensa de Tucumán destaca la importancia de recordar los hechos tal como fueron y no como los tergiversan o los esconden los medios hegemónicos. Esos medios que están en manos del poder real de la Argentina y que durante la dictadura cívico militar fueron cómplices del genocidio y ocultaron lo que sucedía.
En 1976, la
guerrilla había sido derrotada, de manera que no cabía ninguna justificación
para la matanza que sobrevino, a cargo del terrorismo de Estado. Los crímenes
aberrantes de los genocidas siguen siendo negados por gran parte de la
sociedad, porque fue convencida por esos operadores mediáticos de que hubo una
guerra donde todo valía, de que hubo dos demonios, cuando en realidad la
Justicia estableció -a través de miles de testimonios y pruebas- que se trató
de un plan criminal a gran escala perpetrado por quienes se habían apoderado
del gobierno.
Hoy ya no
son las Fuerzas Armadas el instrumento de ese sector hegemónico sino el Poder
Judicial, que cumple la misma misión: boicotear, impedir y castigar a quienes
tratan de aplicar políticas que beneficien al pueblo. Y puede cumplir con ese
cometido gracias al enorme poder de persuasión que ejercen los medios
concentrados de comunicación.
En
consecuencia, la Asociación de Prensa de Tucumán exhorta a todos los
comunicadores, así como a los docentes y referentes culturales, a transmitir
siempre la verdad histórica de lo que fue la dictadura, conforme a los valores
que toma como referencia la Justicia más genuina y real, que se apoyó en la
defensa de los Derechos Humanos cada vez que procesó y dictó sentencia contra
los culpables de crímenes aberrantes.
Es nuestra
responsabilidad de que la memoria siga viva y activa.