Desde el año 1993, cada 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia y del Síndrome de la Fatiga Crónica, coincidiendo con el natalicio de Florence Nightingale, una enfermera que a causa de la enfermedad quedó postrada en su cama durante 50 años.
La licenciada María José Sepúlveda, psicóloga y coordinadora del servicio de Fibromialgia del hospital de Clínicas Nuestra Señora del Carmen, contó que este dispositivo se creó hace más de diez años con la finalidad de brindar un abordaje integral a la enfermedad.
“Como no hay estudios específicos, ya sea clínicos, radiografías o análisis que determinen la fibromialgia, se lo realiza por descarte. Por mi parte como psicóloga y trabajo en la parte no farmacológica, con técnicas de relajación, de movimiento, elongación y toda la parte cognitiva-conductual para enseñar a los pacientes a modificar esos pensamientos acerca del dolor y lograr mejorar la calidad de vida”, resaltó.
Siguiendo esta línea, la referente destacó que, si bien no hay una cura y se la considera una enfermedad crónica, existen tratamientos que ayudan a aliviar los síntomas. En el hospital del Carmen los días jueves se realiza una terapia de grupo destinado a personas que han sido derivadas por profesionales de otras especialidades.
“Nos encargamos de otorgarles herramientas para la vida diaria, realizamos talleres de psicoeducación, ya que la misma se considera uno de los pilares fundamentales. Es importante que el paciente conozca su enfermedad, ya que la misma va avanzando y limitando la calidad de vida de la paciente en todas las áreas como la laboral, social, familiar, interpersonal y recreativa”, reforzó.
La fibromialgia tiende a ser más común entre mujeres de 20 y 50 años de edad, sin embargo, también pueden sufrirla hombres y niños. Esta condición forma parte de los llamados síndromes de sensibilización central, donde el sistema nervioso amplifica las señales de dolor. El estrés crónico es uno de los principales factores que pueden predisponer a su aparición o intensificación.
Especialistas destacan algunos signos de alerta:
- Fatiga extrema no aliviada por el descanso
- Trastornos del sueño
- Dificultades cognitivas (problemas de concentración, atención y memoria)
- Dolores musculares y rigidez articular
- Hipersensibilidad a estímulos ambientales (ruidos, luces, olores, temperaturas)
- Cefaleas, adormecimiento y sensación de mareo
- Trastornos gastrointestinales
Las alteraciones en el descanso, el dolor crónico y los problemas cognitivos afectan la vida laboral, familiar y personal, llevando a un círculo vicioso de malestar que debe ser abordado integralmente. Aunque la fibromialgia es una condición crónica, los avances en el abordaje interdisciplinario permiten mejorar notablemente la calidad de vida y brindar nuevas herramientas para controlar los síntomas de manera efectiva.
Desde las neurociencias, el abordaje contemporáneo combina cuatro pilares:
- Terapia cognitivo-conductual, para ayudar a modificar pensamientos y conductas asociados al dolor.
- Mindfulness y técnicas de relajación, que contribuyen a regular el estrés y mejorar la percepción del bienestar.
- Terapias físicas y ocupacionales, para fomentar el movimiento, la funcionalidad y la participación activa en actividades cotidianas.
- Intervenciones farmacológicas, orientadas a controlar el dolor, los trastornos del sueño y el estado de ánimo. El acompañamiento médico debe complementarse con prácticas de autocuidado que potencien los resultados del tratamiento.