El panorama para las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina es cada vez más complicado. En lo que va del año, un total de 16.500 pymes han cerrado sus puertas, una cifra alarmante que refleja la profunda crisis que atraviesa el sector. A esta preocupante situación se suma el cierre de 10.000 kioscos y almacenes, así como la pérdida de 160.000 puestos de trabajo.
A pesar de que el Gobierno afirma que la recesión ha terminado y que la economía comienza a mostrar signos de recuperación, las pymes siguen enfrentando enormes dificultades. La caída del consumo interno, los altos costos de los servicios y la escasa competitividad para exportar debido a un dólar desfavorable, colocan a las pequeñas empresas al borde de la quiebra.
El consumo sigue cayendo: impacto directo en las ventas
Uno de los principales factores que afectan a las pymes es la caída en el consumo, especialmente de productos de primera necesidad. Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA), el consumo de carne vacuna cayó un 12,3% en los primeros nueve meses de 2024, el nivel más bajo en 26 años. Esta tendencia se refleja también en los comercios minoristas y en los servicios, que atraviesan una contracción preocupante.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ha estimado que las ventas de las pymes en el comercio minorista han caído un 13,2%, una cifra alarmante que revela cómo la recesión continúa afectando la economía en todos los niveles. El resultado es un círculo vicioso donde la falta de ventas lleva al cierre de empresas, lo que a su vez afecta el empleo y agrava la recesión.
¿Qué soluciones se plantean para las pymes? El proyecto de una "Ley Pyme" que aún no llega
Desde el sector empresario se viene reclamando la implementación de una "Ley Pyme" que ofrezca alivio fiscal y mejores condiciones para las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, hasta ahora no ha habido avances significativos en este sentido. El único interlocutor activo con el sector ha sido el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien presentó un proyecto de Régimen de Incentivo y Generación de Ingresos (RIGI) para las pymes, pero los empresarios se muestran escépticos respecto a su concreción a corto plazo.
Por su parte, el presidente Javier Milei mantiene un discurso optimista y asegura que "la recesión ha terminado" y que la economía comienza a mostrar signos de crecimiento. Sin embargo, los datos económicos siguen reflejando una recesión prolongada. En agosto, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 3,8% interanual, aunque en comparación con julio se registró un leve crecimiento del 0,2%. No obstante, el acumulado del año muestra una caída del 3,1%, lo que confirma que la recuperación aún está lejos de materializarse.
El pesimismo persiste entre los empresarios
A pesar de los esfuerzos por mantener sus negocios a flote, el pesimismo sigue predominando entre los empresarios. Según la Encuesta Radar Pyme realizada por la ENAC, el 84,2% de los empresarios cree que la economía sigue en recesión o depresión. Además, el 51% de los encuestados por CAME asegura que la principal barrera para el crecimiento de las pymes sigue siendo la falta de ventas.
Aunque algunas pymes han logrado una leve mejora en sus resultados, la situación sigue siendo crítica. Según ENAC, solo el 40,3% de las pymes logró ganancias en el tercer trimestre de 2024, un pequeño aumento respecto al 34,1% del trimestre anterior.