Santiago del Estero es la única provincia del país que, además de elegir tres senadores y tres diputados nacionales, este domingo también votará por un nuevo gobernador.
La provincia renueva las bancas de 40 diputados provinciales, 137 comisionados municipales y tres intendentes. Esto quiere decir que se utilizarán dos sistemas: la Boleta Única de Papel (BUP) para las nacionales --con la participación de siete listas--- y la boleta sábana tradicional para candidaturas locales.
Será la primera vez en dos décadas que el apellido Zamora no esté en una boleta para gobernador. Será el turno de Elías Suárez.
El radical, Gerardo Zamora, asumió en 2005 después de décadas de juarismo, y desde ese entonces el Frente Cívico por Santiago gobierna obteniendo porcentajes por encima del 60 por ciento de los votos.
Después de 20 años de gobierno, el apellido Zamora no aparecerá en las listas. En su lugar estará el apellido Suárez, menos conocido pero que acompaña al gobernador desde 2003.
Zamora solo fue sucedido en 2013 por su esposa. Cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación le impidió ir por un tercer mandato consecutivo, la senadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora fue elegida con el 63 por ciento de los votos.
Este año, la exgobernadora no quiso ser candidata nuevamente y las miradas se posaron sobre Elías “Sugus” Suárez, un excomerciante de 69 años que acompaña al mandatario desde 2003 y gestiona la Jefatura de Gabinete de Ministros hace 20 años. Aún así, Suárez cosechó números altos de desconocimiento entre la población durante los primeros sondeos, pero Zamora --que va como candidato a senador-- confía en que puede transferir su caudal de votos de manera directa.
Suárez levantó el perfil público en los últimos meses y apuesta a contener a los votantes. Su vicegobernador será un peronista, Carlos Silva Neder.
Santiago es una provincia que tracciona el 2 por ciento de los votos del padrón nacional, parece poco, pero actualmente el gobierno controla las siete bancas de diputados y las tres de senadores.
Esto le da un sólido poder de negociación para apoyar leyes claves porque el Frente Cívico por Santiago se presenta por un lado en una boleta y el peronismo en otra, lo que le permite al oficialismo obtener la tercera banca del Senado que corresponde a la oposición.
