La veterana de la guerra de Malvinas, como le gusta que la
reconozcan, tenía 23 años cuando se alistó como voluntaria para ir
como instrumentadora quirúrgica. Anoche, dio una conferencia dirigida al público
concepcionense en el Teatro de La Estación y antes, en el marco del Mes de la
Mujer, fue recibida por el intendente Alejandro Molinuevo en su despacho.
“Espero que estén
abiertos y preparados para escuchar como fue el viaje de las chicas del Irízar.
Estuvimos activas durante 10 días en el conflicto
y esos días marcaron para siempre nuestras vidas”, señaló, antes de ir a la
charla.
El ARA Almirante Irízar es un rompehielos perteneciente a la
Armada Argentina, el más grande de todo el hemisferio sur buque insignia de la
Fuerza Naval Antártica que desde 1978 participó de las campañas antárticas de
Argentina realizando el abastecimiento a las bases.
Al ser consultada sobre el trabajo que les tocó desempeñar,
Barrera, indicó:” desde el 8 de junio de
1982 hasta el 18 de junio, allí atendimos a los heridos, fuimos camilleras,
enfermeras, psicólogas improvisadas, mamás, hermanas; éramos muy jóvenes
teníamos entre 23 y 35 años”.
En la actualidad Silvia, tiene 63 años y es la veterana
de guerra más condecorada de las Fuerzas Armadas y la única que continúa trabajando en el Ejército.” Estoy orgullosa de haber formado parte ser parte
del mayor despliegue de la sanidad militar en la historia de nuestro país”.
Sobre la guerra desatada en el Europa del este entre Ucrania y Rusia, reflexionó: “toda
guerra es dolorosa, Malvinas fue dolorosa, pero transcurrió en las islas y nos
afectó solo a nosotros y la guerra en Ucrania afecta a tu casa, a tu familia, a
tus hijos y ésa pérdida es mucho más grande que la que tuvimos nosotros”,
cerró.