El próximo 15 de septiembre se cumplirán 10 años de la tragedia en la Cuesta del Totoral en la ruta nacional 38, en la provincia de Catamarca, donde 48 personas oriundas de ciudad de Concepción fallecieron cuando regresaban de la capital catamarqueña luego de haber visitado la Catedral de Nuestra Señora del Valle. El colectivo que los trasladaba se quedó sin frenos, cayó por un barranco y terminó colgado de unos árboles, a unos 60 metros de profundidad.
El accidente es el más importante en la historia en rutas argentinas por el número de personas que fallecieron. En Tucumán, la causa llegó a juicio oral y público, hubo personas condenadas, pero nadie quedó preso.
Ahora la lucha de los afectados esta centrada en el juicio civil que según, contó a 200, Ramón Chaile, quien perdió su madre en el percance, está bajo la responsabilidad de la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo del Centro Judicial Capital. Es por ello que las víctimas y sobrevivientes decidieron, que el miércoles 18 de abril, a las 10, realizarán una marcha denominada “Por la Justicia” frente al edificio ubicado en 24 de septiembre y Maipú con la intención de agilizar el proceso.
200: ¿En que estado se encuentra las causas y cual es la intención de la marcha del próximo miércoles?
Ramón Chaile: El año pasado nosotros realizamos una marcha parecida, concretamente el 23 de abril y tuvo efecto positivo porque el gobierno nos informó donde estaba nuestro juicio. Hasta antes del 23 de abril no teníamos conocimiento en que sala se encontraba.
Ahora sabemos que las causas están en la Cámara en lo Contencioso Administrativo, divididas equitativamente en sus tres salas. Y en Catamarca en los juzgados Civil y Comercial Común.
Actualmente cinco de las causas están esperando sentencia, mientras que otras están en la etapa probatoria.
Es por eso que hacemos la marcha el miércoles, porque esta situación es inadmisible y resulta intolerante pensar que ya pasaron casi 10 años y que todavía no se obtiene una respuesta.
200: ¿Cuál es la situación actual de los sobrevivientes de la tragedia, en relación a las secuelas físicas y psicológicas?
Ramón Chaile: Ninguna plata del mundo nos va a devolver a nuestros seres queridos. Pero quiero justicia para las víctimas que aun están vivas, porque muchos quedaron con graves secuelas y necesitan dinero para los estudios médicos. Conozco algunos, jóvenes en su mayoría, que perdieron su trabajo debido a los ataques de pánico, quedaron mal psicológicamente y nunca tuvieron ayuda de nadie. Lo mismo pasa, todavía, con algunos sobrevivientes que les brotan vidrios de la cara y de otra partes del cuerpo.
Ya no son 48 los muertos, sino 51, porque hay que sumarles el fallecimiento de 3 personas más en los últimos años producto del accidente.
200: ¿El gobierno provincial les otorgó alguna ayuda o beneficio?
RC: No nunca… Les cuento, después de la tragedia muchos de los afectados se hacían tratar en la provincia de Catamarca, pero por decisión del gobernador tucumano en aquel momento (Julio) Miranda, quien asumió el compromiso de darles la contención necesaria cortaron los tratamientos. Creer que fue un gran error ya que nunca más tuvieron los controles médicos que Catamarca les daba. Tampoco hubo ayuda psicológica y dinero muchos menos. Lo que si hubo, reconozco, algunos subsidios para sepelio.
200: En el 2005 se realizó el juicio oral público en los tribunales de Concepción, a las personas penalmente responsables ¿Alguien quedó preso?
RC: No nadie, tanto el dueño del colectivo, Oyola como los 4 policías que estaban en los controles fronterizos de Catamarca y Tucumán quedaron libres, pero los 4 agentes fueron apartados de la fuerzas. El chofer, Soberón, murió días después del accidente.
Por Rafael Medina y Horacio Arias
