Ellas refirieron que la intervención social es un concepto tomado del trabajo social (extraído de la sociología) que implica la llegada a espacios o grupos -a partir de la demanda específica- que intentan ser agentes de ese cambio a través de una técnica específica adaptándola a un concepto social determinado.
**¿Qué es un clown?**
Magalí: Un clown es un personaje que deriva del circo, toma la realidad pero en diagonal, no directamente. A través del juego, de la risa, de la imaginación toma la realidad y la expone al público. El clown terapéutico trata de exponer las cosas que no se dicen en los ámbitos en donde trabaja. Siempre con el cuidado que lo que no se dice vaya a molestar cuando se lo diga.
**¿Cómo sabes que no lo vas a herir al receptor de tu mensaje?**
Se hace un trabajo de sensibilidad y se observa el ambiente, a las personas. Es todo un trabajo que se hace en el momento y si llega a importunar se pide disculpas.
Patricia: En realidad el Clown trabaja para desarrollar la percepción, está capacitado dentro de nuestra organización, en derechos humanos, en psicología, en el concepto mismo de lo que es una intervención social. Pretendemos nosotros con la entrada de los clowns en diferentes ámbitos: hospitalarios, educativos desarrollar su sensibilidad, primero como ser humano y después su sensibilidad social, es decir hay que adherir a un conjunto de ideas y valores para integrar -o ser parte- de la asociación y obviamente desarrollar la técnica del clown en lo específico. Implica la comunicación directa con su público, una comunicación que es horizontal y no vertical. Tiene que ver con lo que es el clown: es un personaje que se pone por debajo de, que está al servicio de, que utiliza su propio ridículo y es el primero que se expone y se muestra vulnerable; en esa exposición y en ese mostrarse vulnerable genera empatía en el otro. Esta comunicación positiva y la apertura para escuchar para posibilitar otras interacciones positivas.
**¿Qué hace ustedes para ser clown?**
Magalí: Un día semanal nos entrenamos en técnicas de teatro, de clown, capacitaciones teóricas en derechos humanos, etc, etc además aprendemos técnicas específicas y la llevamos a los distintos contextos en los que trabajamos: hospital, o un congreso o un contexto de encierro.
**¿Cómo los recibe el hospital?**
Patricia: trabajamos en el Hospital de Niños desde el año 2.006. El hospital siempre nos ha recibido muy bien. Tenemos una relación formal es decir mediante notas se solicita una reunión, se informa de las acciones que hemos llevado a cabo, cuales han sido los resultados. Hacemos un trabajo de encuentro con los niños, con los padres, con el personal de salud para ver como reciben nuestro trabajo, que cosas debiéramos cambiar. Esto es elevado al hospital para que sepan que nuestra actividad es sostenida y además profesional. Es decir nos interesan tanto lo que hacemos como el resultado de lo que hacemos para poder seguir mejorando. Consideramos que es importante que un clown aparezca en un hospital porque el niño está deprimido, ha perdido el control de toda la situación de su vida por la internación consideramos que puede ser muy importante pero no somos “lo” más importante. No consideramos que la risa vaya a sanar o sea suficiente para que el niño se sane. Ahí hay profesionales que están todo el día abocados al cuidado de ellos (médicos y paramédicos) merecen respeto, si ellos requieren que salgamos del box porque van a hacer una curación: lo hacemos, si los padres no quieren o si el médico no quiere que estemos, nos corremos. Los médicos y las enfermeras –sobre todo las enfermeras- han entendido de entrada esto y saben decirnos de manera positiva cuando no pueden atendernos o cuando debiéramos corrernos.
**¿Cuál sería a tu juicio el primer reconocimiento importante que reciben?**
Magalí: No sabría qué contestarte. Hay como muchos reconocimientos. Cuando los payados pasan por el pasillo y se ve desde la sala es como que ya hay un cambio en el ambiente. Que los enfermeros sepan que somos nosotros, que las enfermeras te digan sí yo sé quienes son por el trabajo es un reconocimiento muy importante y también hay un reconocimiento dentro del mismo grupo en el hospital. Decir gracias por eso que nos están enseñando. Es un grupo muy lindo que es agradecido de todo y que los directivos del hospital nos permitan seguir trabajando con esta institución.
**¿Y de parte de los chicos?**
Patricia: Aceptan las cosas con mucha naturalidad, no hay un reconocimiento especial. Para los niños es absolutamente natural: tengo derecho a divertirme sin necesidad de pensarlo como un derecho. El niño ve algo y se ríe pero al mismo tiempo puede preservar la posibilidad de estar fastidiado y que nos diga que no y lo tomamos positivamente. Puede ser un juego para al payaso y no del niño. Él no tiene control sobre nada y el payaso al no entrar a la sala le otorga de nuevo un poco de control porque el niño no puede decidir sobre las curaciones ni que los revisen, los despierten ni las inyecciones, ni el dolor y sus padres y acompañantes están ahí en una situación de mucha angustia compartiendo una habitación con gente que no conoce. Todo es en si mismo una situación forzada. Así que cuando los niños nos dicen que no, no sé si es un reconocimiento o no, pero es parte del trabajo que hacemos tomarlo y retirarnos o jugar de otra forma o pensarlo de otra manera para dejar algo más en ese niño es una forma de reivindicar los derechos del niño.
Magalí: Básicamente gracias, gracias por el quiebre, gracias por el espacio en el que puedo volver a jugar –el niño y el padre- cuando el trabajo del payaso funciona se abre un espacio de liberación de los padres, a veces nos cuentan cosas íntimas, lloran o se toman esos 10 minutos se van a tomar agua o van al baño sabiendo que el niño no va a llorar. Patricia: No necesariamente es un agradecimiento explícito y tampoco vamos buscando el agradecimiento. Nuestra postura no es ni caridad, no regalamos cosas y la cuestión de la intervención social implica que vos no está buscando el agradecimiento. Procuramos despojarnos de eso porque implica mucho egocentrismo y en definitiva la actividad no está centrada en el otro, está centrada en uno mismo. El agradecimiento es necesario porque nadie funciona bien -a la larga- sin que nadie le reconozca de alguna manera. La cuestión que pasa más por la ética, por una decisión de transformarnos en agentes de cambio y poder percibir que una madre se alivia o que vuelve a jugar y que entra en el juego, por un momento ha dejado de ser la cama 8 para ser Raúl o Johana o Cecilia es sumamente importante, que nosotras nos vayamos y queden las risas instaladas y pasemos a los 10 minutos y la gente siga riéndose. La mamá que no se hablaba con la de la otra cama, no porque no quiera, sino porque la misma situación lo impide y que esa comunicación se haya realizado, y estén charlando ahora es muy gratificante.
**¿Qué ha cambiado en un chico después que ustedes se han ido?**
Magalí: Hay un cambio físico en la mayoría. Primero están acostados en situación de hospital, durmiendo, mirando el techo y después hay un cambio de la postura, se incorpora, cambia el rostro y cambia el clima dentro de la sala, aunque no hayan participado todos en el juego queda cierto clima de que algo pasó acá. Algo generamos nosotros. Hicimos una canción entre todos. Yo pude abrazar a mi hijo sin vergüenza, pude expresar estoy cansado de estar acá sin que nadie me rete por eso queda ese clima de haber participado en algo propio.
**¿Cómo es la respuesta de los padres en el momento inicial?**
Patricia: Muchas veces los padres quieren despertar a los hijos para que vean al payaso pero les indicamos que no lo tienen que despertar. Hay padres que siguen con sus cosas. Hay veces que los box se organizan con niños pequeños entonces se trabaja más con los padres y organizar con las madres o los acompañantes es muy bueno, se prenden, se suman y cuando realmente el clown ha hecho muy bien su trabajo son ellas las que van a empezar a proponer su trabajo, y el clown tiene que seguir y desarrollar esa idea. Por ahí algunos payasos han referido que cuando están jugando con sogas imaginarias viene una enfermera y llama a una madre que tiene sosteniendo la soga dice sosténganme la soga ya vuelvo. Esa cuestión de entrar en el juego creando otra realidad es una cosa muy importante de ver, porque por un momento ya no es ese espacio del hospital. El juego afloja el sentido del humor, la expresión de emociones, de comunicación, son las cosas inherentes al juego.
**¿Cuáles son los juegos?**
Magalí: No vamos con juegos preparados depende lo que en la sala se pueda generar. Cantan una canción de cuna a sus hijos o se hace un abrazo grupal en toda la sala, se hace una granja y cada chico y cada padre es un animal. Hay uno que siempre tiene éxito: se le da un sonajero a los chicos y cuando lo mueven el payaso se mueve (risa) hay mucho sadismo con ese juego porque le da tanto poder al chico que se vuelve loco moviendo el sonajero para que el payaso se mueva y es muy lindo ver en el momento en que el niño vuelva a tener poder sobre algo y controla al payaso, eso tiene éxito siempre.
Patricia: Si solo jugaran los payasos o hicieran su representación el objetivo no estaría cumplido, la idea es que el juego pase a los demás. El niño adquiere poder al establecer esa relación entre el sonido y el payaso porque el payaso está a disposición de él. Es parte de la característica del clown estar por debajo del otro, está al servicio del otro.
Magalí: Lo que nosotros hacemos es una intervención no es un espectáculo, intervenimos con todo, no es que vamos y mostramos algo.
**¿Qué pasa cuando ustedes se van?**
Patricia: A corto plazo el juego puede quedar instalado, a largo plazo es medio difícil. Sí es interesante verlos incorporados, los internados se empiezan a mover. El movimiento mismo modifica el estado de ánimo, eso tiene relación con el proceso de curación. Lamentablemente la internación en el hospital pueden ser días, semanas y nosotros vamos una mañana recorremos solamente las salas de clínicas porque son las que implican menos riesgos para la bioseguridad tanto de los chicos como de nosotros. En las internaciones muy prolongadas lamentablemente lo volvemos a ver y puede que recuerden a los payasos y recuerdan lo que se hizo entonces hay que tratar de dar cosas nuevas porque el día en el hospital es muy agobiante. Tratamos de aliviar un momento, una jornada. El resto de la semana es bastante más tediosa pero nuestra idea es que por lo menos esa mañana se juegue, se pase un momento distintos: el hospital deja de ser el hospital, la sala deja de ser la sala, la enfermera puede ser parte del juego que estamos armando hay música, baila eso quiebra también esa distancia entre el que cura el que está enfermo: deja de ser paciente.
**¿Ensayan una vez a la semana porque lo requiere el oficio o por falta de tiempo?**
Magalí: Al ser un voluntariado universitario hay cierto tiempo que le podés pedir a los voluntarios. En realidad trabajamos dos días a la semana: un día para el entrenamiento y otro para la intervención y estamos en el hospital solo un día porque no llegamos para lo que son nuestros objetivos.
**¿Podrían usar más tiempo en intervenciones?**
Si pudiéramos estar rentados se podría dedicar más tiempo así la persona tendría algún ingreso para que cumpla con los horarios porque hay gente que trabaja y necesitas la plata para vivir. Le dedicas 6 horas a la semana a esto, si le podrías dedicar 20 o 30 horas a la semana sería estupendo pero en estos momentos no es posible.
**¿El Estado le ha dado algún reconocimiento?**
Patricia: El Estado por sí mismo no, el hospital nos da el espacio para que intervengamos y como nosotros hay muchísimos grupos pero con otras características. El propio sistema de salud adolece de muchas cuestiones en relación al reconocimiento de sus trabajadores de la salud como para poder pensar en la instancia siguiente, que es esta. A pesar que desde la década del 80’ cambia el paradigma de lo que es la salud y hoy es un concepto integral no solo con la ausencia de enfermedad. El payaso terapéutico trabaja con la parte sana del niño, no ve el enfermo, no pedimos los diagnósticos. Puede haber un interés, les resulta interesante cuando la gente lo conoce se da cuenta cuan beneficioso, le parece interesante lo dicen las encuestas que nosotros realizamos, en los trabajadores de la salud reconocen nuestro trabajo. El sistema de salud en Tucumán y en la Argentina en general tiene todavía faltas.
**¿Cuál es tu función dentro del grupo?**
Magalí: Soy coordinadora del hospital, me encargo de llevar la estadística de las intervenciones, la persona de la organización que no va con el vestuario ni con la nariz roja, lo llamamos el civil. Me encargo de la bioseguridad, me encargo de controlar los baños para que las personas se puedan lavar las manos cuando pasan entre box y box. La relación con el personal del hospital, que pide los nombre de los chicos sino que es coordinador el que hace de intermediario. También de manejar los tiempos porque tenemos que cubrir cierta cantidad de salas, en cierto tiempo, mostrándole a los payados dónde tienen que ir a donde no porque el payaso se pierde porque se ponen la nariz y ya no saben donde están. A veces hay situaciones externas al juego que son tan importantes como el juego y el coordinador está atento a eso y tiene que manejarlo.
**¿Y tu rol?**
Patricia: Desde el año pasado Clownetario se transforma en fundación y en este momento soy la presidenta; mi rol es el más formal de todos. Soy una de las coordinadoras, una de las personas gestiona los espacios donde tenemos que intervenir, la que elabora junto con Débora Prchal proyectos de intervención. Me encargo también de los espacios en los que nosotros elaboramos y evaluamos informes escritos. Capacito en derechos humanos, en intervención. Mi rol está por un lado la parte administrativa de la fundación y por otro lado esta cuestión de la gestión.
**¿Qué formación tenés?**
Soy inicialmente una licenciada en historia. Empecé haciendo investigaciones después me dediqué a la docencia secundaria terciaria, de adultos mayores y en ese desarrollo de mi carrera docente me he ido formando en derechos humanos, me he ido formando en sexualidad porque son necesidades de la escuela actual. Nunca he hecho clown, entré en el 2008 en este grupo para poder cristalizar la organización en un aspecto formal.
**¿Y la tuya?**
Magalí: Soy estudiante de psicología desde 2011 estoy como clown y como coordinadora en este grupo.
**¿Dónde más trabajan?**
Patricia: Hemos hecho intervenciones en concepto de encierro con adolescentes donde hemos trabajado tanto en el Roca con adolescente varones y con adolescente mujeres en el Goretti en conflictos con la ley penal y sin conflictos con la ley. En estos ámbitos nosotros entrabamos a trabajar parecido a lo que hacemos en el hospital por un lado desdramatizar ese ambiente para un chico que está en un lugar absolutamente deprimente, separado de su familia, no tiene calefacción, no tiene vidrio, apenas algo que no es ni un colchón, no tiene silla, no tiene nada, está detrás de rejas encerrado habiendo cometido un delito. Es un juez quien decide porque no tiene derecho a la defensa como cualquier otro ciudadano. Nosotros trabajábamos por un lado con los chicos y por otro lado con los adultos a través de talleres de juegos empezar a pensar –con la metáfora que expresa el juego- pensar cual es el nuevo rol del adulto y qué hay que cambiar frente a las prácticas para poder habilitar esa idea de que el niños es un sujeto de derecho, y no un menor.
**¿Dónde más?**
En congresos de salud por ejemplo en un ateneo que se hizo acá en Tucumán sobre salud mental y adicciones.
**¿Cuál es el futuro de ustedes?**
Ojalá lo supiéramos. Nos propones seguir creciendo en este lugar, seguir trabajando. Esperamos haber llegado a la formalización como fundación nos permita seguir creciendo. De hecho en 2006 comenzó como un programa de Extensión del Virla cuando Débora –una de las coordinadoras del grupo estaba haciendo su gestión como directora. Entonces era un voluntariado y ahora el voluntariado uno de los aspectos de Clownetario es una de las ramas de las cosas que hacemos, la idea es profesionalizar payasos que puedan dedicarles más a esto para tener gente rentada para poder vivir y dedicarle todo el tiempo que esto requiere. **Félix Justiniano Mothe**