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Pasiones en la red

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Un nuevo modo de establecer vínculos llegó de la mano de las redes sociales, donde el concepto de amistad adquiere nuevas formas: en Facebook se tienen “amigos” y en Twitter “seguidores".

Cada vez es más frecuente encontrar personas que confinan su relación a un espacio virtual. Y...¡cuántas veces surgen amores y pasiones on line! Mas, ¿cómo sería esta  lógica en las  relaciones amorosas “enredadas” ¿Esta nueva modalidad amatoria sería nueva como consecuencia del avance tecnológico?  ¿Estos aparatos electrónicos funcionarían como un partenaire sin cuerpo?  ¿Existiría una eliminación de la lejanía por el hecho de establecer una comunicación íntima, aunque los interlocutores no estén del mismo lado de la pantalla? ¿Esta nueva modalidad de vínculo podría ser un nuevo trampolín para, contingencia mediante, pasar de lo virtual a lo real del encuentro con otro cuerpo?

Como ejemplo podríamos citar la película Her (Suya), porque se trata de un filme en el que el vínculo se origina y se sostiene  tecnología mediante. La película plantea muchos temas importantes: la soledad, la comunicación, el amor, la sexualidad, el cuerpo; serviría para analizar cómo se establecen los vínculos amorosos y de qué se enamora alguien cuando se enamora en el espacio virtual.

Her, escrita y dirijida por Spike Jonze, narra la historia de  un hombre, Theodore (Joaquin Phoenix), personaje solitario que trabaja como escritor de cartas de amor por encargo y se encuentra atravesando las últimas etapas su divorcio.  La película nos va mostrando un poco cómo es y ha sido su vida; así observamos que siempre lleva un dispositivo colocado en su oreja que le avisa sobre su casilla de mails y a su vez él le informa si los va a contestar o no. Cuando no está trabajando se divierte con videojuegos y, muy de vez en cuando, sale con sus escasos amigos.  

Pero todo cambia cuando el escritor decide adquirir un nuevo sistema operativo de inteligencia artificial para su teléfono;  la voz femenina del sistema operativo se llama "Samantha" (sugestiva voz de la actriz Scarlett Johansson). "Samantha" es sexy, divertida, compasiva, sabe escuchar, da buenos consejos y, para sorpresa de Theodore, ambos no tardan en enamorarse el uno del otro.

Ella lo acompaña a todas partes, le hace ver realidades que él no ve, lo divierte; cuando quiere la conecta o la desconecta. Es decir, va teniendo con este personaje  una relación cotidiana cada vez más intensa. Cierto día, Theodore le confiesa que Ella es muy real para él y que le gustaría tenerla entre sus brazos, tocarle el rostro con sus dedos, su boca, su cuello, y expresa: "Esto es increíble, ¿qué me estás haciendo? Puedo sentir tu piel. No puedo tener suficiente de ti, puedo saborearte, puedo sentirte. ¡Oh, mi dios! No puedo más, te quiero dentro de mi… es increíble, te siento tan bien". La escena muestra que él ha logrado tener un orgasmo.

La película indaga en el poder de la voz y la palabra para transmitir no sólo el pensamiento, las ideas, sino también para estimular sentimientos y sensaciones. Jacques Lacan, psicoanalista francés, habla de tres registros : simbólico, imaginario y real.  Lo simbólico es el lenguaje y Samantha lo tiene, al igual que Theodore. Lenguaje con sentido, que describe y se expresa a través de la voz. Pero como todo encuentro entre los sexos, aún en lo  virtual, está una vez más lo que Lacan llama el no-todo.

- ¿Estás hablando con alguien más... en este momento? Personas, sistemas operativos, lo que sea...
- Sí.
- ¿Con cuántos más?
- 8.316
- ¿Estás enamorada de alguien más?
- ¿Por qué preguntas eso?
- No lo sé. ¿Lo estás?
- He estado pensando cómo hablarte de esto.
- ¿De cuantos otros?
- 641

Obviamente, el amor cae estrepitosamente. Pero la computadora ha logrado movilizar en Theodore afectos verdaderamente humanos, como por ejemplo escribir una carta a su ex esposa donde logra poner palabras a sus propios sentimientos, concluir un duelo e iniciar una relación más humana.

La película permite  pensar al sujeto contemporáneo en donde la tecnología borra algo de lo real del cuerpo porque no sólo ella (Her)  no tiene cuerpo. ¿Qué le pasa al protagonista con su propio cuerpo? ¿Sería el ciberespacio otra forma de goce autoerótico en soledad, sin pasar por la limitación que implica la presencia del otro, o simplemente son variantes de modalidades amatorias que ya existieron a lo largo de la historia?

En el siglo XI aparece el “amor cortés", modalidad amatoria basada en poesía lírica entre trovadores y la dama idealizada e inaccesible, expresaba el amor en forma noble, sincera y caballeresca. [] Generalmente, el amor cortés era secreto y se daba entre los miembros de la nobleza, []como consecuencia de que los matrimonios eran arreglados entre las familias generalmente por conveniencia.

Más recientemente, durante la Guerra Civil Española, surgen las "madrinas de guerra”, señoritas que se ofrecían voluntarias para escribir cartas a los soldados que no tenían novia. El objetivo era levantar la moral del soldado y ayudarle a soportar una situación emocionalmente dolorosa. En más de una ocasión, el contenido de las cartas iba aumentando en intimidad y romanticismo.

Todas estas formas de vínculo serían un intento del ser humano de darle consistencia a la ilusión del encuentro con “su media naranja”, desde la Edad Media hasta los tiempos del iPhone 7.

Elsa Elvira Del Sanzio - Prof. UNT - Miembro del Grupo de Psicoanálisis de Tucumán