En diálogo con Radio Prensa, Magdalena Franco, una de las
impulsoras de la petición, expresó que la iniciativa es que “se termine la ruta
352 de alta montaña que une las localidades de San pedro de Colalao (Tucumán) con
Colalao del Valle (Tucumán)”, justo como lo anhelaba Tomás Terán Nougués, el
joven fallecido en agosto pasado luego de caer a un barranco precisamente en
ese camino.
“Terán tenía mucha energía y era un empresario creador de
sueños. Nos sentimos en deuda con él, porque le puso mucho empeño e impulso a
la concreción del camino y sentimos que no lo hemos acompañado en ese impulso.
Lo que le sucedió nos hizo reflexionar y adoptar otra posición para concretar
este sueño para todos”, sostuvo Franco. “Estos caminos se hicieron para el crecimiento
y desarrollo de los pueblos y si no se concretan, eso habla de una mediocridad
para esos pueblos”, añadió.
La obra se inició en 1988, basada en un proyecto del
ingeniero y ex diputado provincial, Jorge Ungherini. Por razones de índole
política los trabajos se paralizaron. En 2004 se anunció nuevamente la
posibilidad de retomar la apertura de la traza, con el apoyo de la Nación.
Finalmente, en febrero de 2012 se reiniciaron las obras. Ya para agosto de 2013
se anunciaba que faltaban apenas ocho kilómetros para concluir la apertura de
la traza que uniría Colalao del Valle con Hualinchay (a 18 km de San Pedro de
Colalao). Sin embargo, para septiembre de 2017 la obra continuaba inconclusa y
lo que es peor, el director provincial de Vialidad, Ricardo Abad, advertía en
ese momento que la repartición no disponía de fondos para mantener ni para
continuar la ruta.
Este martes, en conversaciones con Radio Prensa, el
funcionario ratificó esta afirmación y consideró poco probable que se pueda
avanzar con el proyecto. “Estamos hablando que por ahora lo que tenemos es un
huella, muy lejos está de ser una ruta. Hay partes de toda su longitud que ni
siquiera tiene una huella. Es mucho el trabajo que hay que hacer”, explicó.
Uno de los motivos por los que la obra se abandonó es su
alto costo. Según explicó Abad, un camino de montaña demanda más de 1 millón de
dólares por cada kilómetro a construir. En total, sostuvo, habría que invertir
unos 3400 millones de pesos para realizar un enripiado con un ancho de coronamiento
(calzada más banquina) de 9 metros.
El otro motivo por el que no se volvió a replantear el proyecto
desde el 2017 a la fecha, es la dificultad para conseguir financiamiento para
la concreción de las obras. “Cuando uno quiere acceder a créditos internacionales,
que son las posibilidades que existen para este tipo de obras, nos encontramos
con que no nos cierran las tasas internas de retorno, porque se trata de un
área con poco volumen de tránsito”, detalló Abad. Esto significa que en el
balance pesa más el costo de realización que los beneficios que se podría
generar a la población. “Los créditos internacionales no van a llegar porque no
les cierran los números”, remarcó.
La 352 estaba llamada a convertirse en la ruta tucumana de
mayor altitud sobre el nivel del mar. En Abra Punta del Agua, pocos kilómetros
antes de Lara (a 3.300 metros), el camino se halla a 3.600 metros; a partir de
allí comienza a descender, hasta llegar a Colalao del Valle, a 1.800 metros.
Más allá del análisis de los inversionistas, el proyecto podría
traer muchos beneficios a las dos villas colaleñas, incluyendo a Hualinchay,
Lara y poblaciones adyacentes. Los tamberos de Trancas podrían vender la leche y
otros productos en los Valles. Por el lado de Colalao, se verían favorecidas
las bodegas, así como la producción de artesanías, dulces y nueces encontrarían
otra salida. El Pichao, poblado ubicado a ocho kilómetros, donde hay vestigios
de la cultura Cóndor Huasi, también se favorecería. Además se contará con un
camino alternativo hacia los valles calchaquíes, permitiendo sortear los cortes
de la ruta 307 sin tener que viajar cientos de kilómetros hasta Cafayate (Salta)
o Santa María (Catamarca).
Sin embargo, se especula con que los beneficios tardarían demasiado en llegar y que en el balance costo/beneficio la inversión a realizar es demasiado grande para beneficios más escotados. Al parecer, la realización del sueño de Terán Nougués depende de inversiones de empresarios que, como él, anhelen concretar un sueño de más de 30 años.