Es importante recordar
que el miércoles 27 febrero de 2019, cerca de las 14, dos albañiles que
trabajaban en la vivienda de la víctima, en el barrio Haimes de Concepción,
dieron parte a la policía, que al llegar al lugar confirmó que Chequer, se encontraba sin vida, tirado y ensangrentado
en el garaje, al lado de una camioneta.
Ante este contexto, la justicia abrió varias lìneas de investigación
del caso, tomando como referencias varios elementos entre ellos unas imágenes
captadas por cámaras de seguridad cercana a la vivienda donde ocurrió el hecho
y el teléfono del empresario que fue hallado por Vega, en la ruta nacional 65.
El acusado, contó que conocía a la víctima de vista y que
nunca tuvo ningún problema personal. “Mi gran error fue hallar el teléfono y
entregarlo al fiscal, a partir de allí la investigación apuntó hacia mí, pese a
que había otras personas que también estaban sospechadas. Me realizaron varios allanamientos
en un vehículo, en mi domicilio e incluso
en el de mis padres y jamás encontraron
nada. Con Chequer, nunca tuve problemas, lo conocía porque vivíamos cerca,
pero nada más”, explicó.
Respecto a las imágenes que caparon las cámaras de seguridad
cercanas de la casa del ex panadero asesinado y donde se observa a una camioneta,
que se presume pertenecería al imputado, pasar al menos donde veces por lugar,
antes y después de que se produjera el hecho, Vega respondió: “Pasé por el
lugar con mi camioneta, pero era un recorrido que hacia diariamente cuando iba
a visitar a mis padres. Qué tiene de malo eso o de sospechoso”, se preguntó.
Hay que remarcar que
el procurador fue aprehendido a mediados de marzo de 2019, acusado de manipular pruebas de una camioneta
secuestrada por orden judicial en el cuartel de bomberos de esta ciudad y que
iba a ser peritada por los investigadores que llevan adelante la causa.
El profesional ingresó
sin autorización, rompió las fajas de seguridad; sacó elementos del interior
del rodado, se fue del lugar y a pocos metros
arrojó un elemento (un cuchillo) a un cesto de basura.
Esta acción fue detectada por las cámaras de seguridad de un
comercio de la zona. Horas más tarde quedó privado de la libertad y pasó a ser
sospechoso.
“Eso fue un error que cometí, pasé por el lugar donde estaba
mi vehículo secuestrado, la puerta estaba abierta y la faja no estaba rota. Lo primero
que pensé que me estaban por plantar algo,
me asusté y lo único que hice fue sacar un cuchillo que lo usaba en los asados con mis amigos. De todos
modos la camioneta fue peritada científicamente y no se encontró ninguna evidencia,
ni sangre, ni nada”, detalló.
“Estamos esperando que la justicia determine la fecha para
el juicio oral. El 5 de mayo habrá una audiencia para ver ese tema. Queremos que sea presencial y no virtual. Tenemos
todas las pruebas a nuestro favor para la absolución, lamentamos que no nos
lleven al verdadero culpable”, explicó Leandro Juárez, abogado defensor.
Por último, el acusado, insistió que es inocente y que
espera que sea un juicio justo. “Soy inocente y estoy tranquilo, pese a que
estos dos años fueron una pesadilla para mi familia. Espero que se haga justicia y
se pueda dar con el verdadero culpable de este brutal asesinato”, concluyó.