Nancy Quinteros es nacida en la Colonia Chazal y recuerda que siempre tuvieron problemas con los propietarios de los terrenos en donde ahora se construyó un Country Club llamado San Pablo Life and Golf.
Nancy cuenta a Primerafuente que están presos de poder vivir como cualquier vecino de cualquier otro barrio o localidad. “Estamos prohibidos de todo. No podemos estar tranquilos porque siempre nos pasa algo. Es un infierno vivir restringido y bajo amenazas en nuestra Colonia”, relató.
La Colonia Chazal tiene más de 90 años. Se fue formando con la llegada del Ingenio San Pablo y en su origen contaba con viviendas y terrenos que fueron adquiriendo los trabajadores. Cuando cerró el Ingenio varios trabajadores se quedaron a vivir allí ya que la fábrica los reembolsó en concepto de indemnización laboral.
Hoy solo quedan 16 familias en el terreno que es propiedad de los trabajadores. El problema vecinal es que está Colonia está ubicada en el medio y rodeada por las tierras privadas del Country. Allí se generan las disputas ya que estos barrios privados de alto nivel socio económico cuentan con seguridad privada y un puesto de vigilancia con una única entrada a la zona.
Según los vecinos de esta Colonia el camino vecinal está controlado por la seguridad privada y les impiden ingresar y salir de sus viviendas. “Los vendedores de cualquier producto no son permitidos. Incluso nosotros necesitamos el gas envasado y no los dejan ingresar” es una pesadilla vivir de esta forma contó y agregó ni visitas podemos tener.
El pasado 4 de mayo, ingresaron unas máquinas retro cavadoras para realizar trabajos en un lote que es una cancha de futbol. Según los vecinos de Chazal ese terreno está en disputa judicial con un amparo a favor de la comunidad y el grupo Lucci no le importó esa medida enviando a despejar la zona.
En medio de discusiones, los vecinos fueron agredidos con palazos por personal de la seguridad privada e incluso un joven fue lastimado salvajemente con heridas profundas en su cabeza y un hombre mayor de 60 también fue golpeado.
Nancy insistió que es un verdadero martirio convivir con el grupo Lucci y reiteró con voz quebrada “Te controlan la entrada y salida del lugar. No nos permiten que quienes venden productos como garrafas que necesitamos para vivir ingresen al lugar. Hasta no cortaron el paso del agua. Tenemos que cargar en bidones para sobrevivir. Nosotros somos trabajadores y queremos vivir en paz sin estas presiones y violencia”, dijo lamentándose.
(Video- Barricada TV)