Los clubes de la Liga Profesional se unieron contra Milei
La Liga Profesional emitió un fuerte comunicado contra las SAD en el fútbol argentino que propuso el candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei.
La Liga Profesional emitió un brutal comunicado en contra de las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas) propuestas por el candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, para el fútbol argentino. La organización se mostró completamente en contra del planteo del líder político en una entrevista con Alejandro Fantino y no se guardaron nada. Bajo la famosa frase "el club es de los socios", la LPF lo destruyó sin filtro.
Quienes primero hablaron acerca de este tema fueron los propios equipos, tanto del ascenso como de Primera División. Uno de los más críticos fue Boca Juniors, que no dudó en unirse al resto de sus pares con el objetivo de repudiar esta medida. A través de distintos escritos en sus respectivas redes sociales, las instituciones mostraron su descontento contra Milei y las SAD y atacaron con todo a esta propuesta. Esta vez, el turno fue de la Liga y no lo perdonaron.
No a las SAD. La LPF sienta postura a favor de las asociaciones civiles sin fines de lucro.
Los clubes de Primera División del fútbol argentino renuevan su postura histórica de afianzar y sostener el modelo de asociaciones civiles sin fines de lucro y rechazar de plano el formato de sociedades anónimas. A través de los 130 años de su existencia institucional, la Asociación del Fútbol Argentino fue fiel a los principios de sus fundadores y respetuosa de las normas establecidas para la administración de sus instituciones. Como en ningún otro lugar en el mundo, los clubes de fútbol no sólo cumplen funciones de competitividad en ese deporte, sino que también fomentan y sostienen otras áreas educativas, sociales, culturales y deportivas de otras disciplinas. Esas bases -que nacieron allá por febrero de 1893- lograron que hoy 88 entidades directamente afiliadas y más de 3500 indirectamente afiliadas a la AFA sienten las piedras fundacionales que hicieron de nuestro fútbol una potencia mundial, reconocida en todos los rincones del planeta.
Todas esas instituciones pertenecen a aquellos que sostienen con sus aportes el funcionamiento de sus instalaciones, enalteciendo aquella vieja pero tan vigente frase: “EL CLUB ES DE LOS SOCIOS”. Los clubes del fútbol argentino no nacieron para generar negocios y ganancias para personas que ven en ellos una fuente comercial de ingresos para sus bolsillos personales sino que vieron la luz para aportarle a la sociedad servicios que en otros sectores no encuentra. Las entidades funcionan como diques de contención de miles y miles de chicos/as y adolescentes que son rescatados de la calle para insertarlos en el mundo de la vida sana, de los deportes y hasta de la educación primaria, secundaria y hasta terciaria, en algunos casos. También en su interior se conforman organizaciones que aportan valores de vida a la sociedad, como fundaciones, departamentos de género y equidad, comisiones de inclusión social, áreas de discapacidad, servicios de salud, actividades recreativas para la tercera edad, etcétera…Todo eso, ni más ni menos, se ha logrado edificando desde los fundamentos iniciales de las instituciones: no lucrar sino generar aportes a la sociedad.
Ya lo expresaron todas las entidades del fútbol argentino en forma individual la semana pasada y ahora es el turno de levantar la consigna en forma colectiva desde la Liga Profesional de Fútbol: fiel a su espíritu fundacional, rechazar las sociedades anónimas deportivas y seguir avalando el modelo de asociaciones civiles sin fines de lucro. Este formato, más allá de los aportes sociales, fue el que edificó todas las proezas, logros y posicionamiento del fútbol argentino en la elite del deporte mundial.
La federalización de nuestra competencia es el secreto del éxito en el Mundial de Qatar, teniendo nuestra gloriosa Selección Argentina jugadores oriundos de distintos puntos de país. La organización y reestructuración de nuestras competencias ha posibilitado que actualmente tengamos torneos muy competitivos, en donde en las últimas fechas de la etapa regular de la Copa de la Liga, 21 equipos estén peleando por alguna de las tres instancias decisivas: evitar el descenso, clasificar a copas continentales y/o avanzar a los cuartos de final de la propia competencia.
Esta competitividad y atractivo único que muestra el actual certamen se sustenta en que más del 70% de los partidos de la última fecha (10 sobre un total de 14) deberán disputarse de manera solapada, dado que no hay aún definiciones sobre los clasificados a los playoff y acerca del equipo que perderá la categoría. Eso más allá de exhibir en esta temporada el récord histórico de asistencias a los estadios (más de 300 mil personas acuden en cada fecha a los partidos), como así también picos de audiencia inusitados (superando los 9 puntos de rating promedio por fecha, lo que convierte al fútbol nuestro en uno de los productos más consumidos por los televidentes argentinos); o el abrupto aumento de socios en todas las entidades (alcanzando un récord de asociados en la historia del fútbol argentino).
Por todos esos logros y características, los clubes de la LPF ratifican su posicionamiento histórico al formato que lo hizo grande a través de los tiempos: el de asociaciones civiles sin fines de lucro. El mismo que hizo un gigante del mundo al querido y admirado fútbol argentino.