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Condenaron a los hermanos que estafaban jubilados: se hacían pasar por enfermeros del PAMI

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Diego Córdoba fue sentenciado a seis años y diez meses de prisión efectiva, mientras que Federico Córdoba fue absuelto en dos hechos y recibió una pena de dos años condicional. “Abusaron de la confianza y el cariño de los abuelos para lograr apoderarse de sus patrimonios”, había adelantado el Ministerio Fiscal, que pretendía 13 años de cárcel para ambos imputados.

Este lunes llegó a su fin el juicio oral y público en contra de Diego Hugo Córdoba (32) y Federico Nicolás Córdoba (33), los hermanos acusados de estafar a adultos mayores, a quienes engañaban para apoderarse de su dinero y bienes.

En esta séptima y última jornada, el tribunal unipersonal, integrado por el juez Lucas Taboada, los condenó a seis años y diez meses de prisión efectiva y dos años de ejecución condicional, respectivamente.

El Ministerio Público Fiscal (MPF) les había imputado tres hechos. Según la imputación formulada por la Unidad Fiscal de Delitos Complejos, a cargo de Mariana Rivadeneira, se hacían pasar por empleados del PAMI y se ofrecían para el cuidado y la realización de trámites para así ganar la confianza de estos jubilados.

Finalmente, Diego fue hallado material y penalmente responsable del delito de estafa (en concurso real en tres ocasiones) y exculpado del de privación ilegítima de la libertad; en tanto que Federico fue encontrado culpable de estafa en tercer hecho y absuelto en los otros dos.

“Vamos a pedir 13 años de prisión efectiva. Es un monto de pena que no es antojadizo”, había manifestado la auxiliar de fiscal, Brenda Deroy, en su alegato de clausura, donde además sostuvo que "el común denominador es que las víctimas son adultos mayores, son nuestros abuelos. Son personas vulnerables a las que se les ha afectado su patrimonio. No es lo mismo afectar el patrimonio de una persona joven, que de una persona que se encuentra transitando la última etapa de su vida. Una persona joven puede reponerse y juntar de nuevo ese dinero. Una persona de la tercera edad ya ve sus condiciones disminuidas”.

“Pero lo más grave aún es que pusieron en riesgo su salud. Les mintieron que eran enfermeros del PAMI, les prestaron asistencia que no les correspondía, se aprovecharon de lo sentimental y de sus conflictos familiares que las víctimas tenían”, aseveró la representante del Ministerio Fiscal al concluir el juicio.

Hecho 1

Los hermanos Córdoba, haciéndose pasar por empleados del PAMI y simulando ser enfermeros, se presentaron ante una mujer y se ofrecieron para ayudarla con su abuelo de 83 años que se encontraba en silla de ruedas, en la realización de trámites para la obtención de medicamentos en el PAMI, llevarlo a las consultas médicas y a cobrar su jubilación.

Para ello, y mediante engaños, generaron un vínculo de confianza a los fines de que el anciano les entregara poderes de administración y disposición de bienes. El 15 de mayo del 2024, se presentaron en la casa del abuelo, en Villa Alem, y tras manifestar que tenían que llevarlo al kinesiólogo, lo trasladaron a un domicilio en la localidad de los Quemados (Leales), sin informar a la familia. Lo mantuvieron oculto durante seis días y lo llevaron al banco para cobrar un plazo fijo por $ 11.784.112, apropiándose del dinero.

Hecho 2

Durante el 2023, los acusados comenzaron un acercamiento con una vecina de 76 años y ofrecieron ayudarla en asuntos jurídicos, cobro de deudas y realización de trámites en PAMI y en el banco.

Para ello, se ganaron su confianza visitándola en su casa, llevándola en varias oportunidades a realizar trámites en PAMI y en el banco para que cobre su jubilación. También hablaron con un abogado sobre una sucesión que tiene, consiguiendo que la víctima les entregara $ 26.000 pesos para gestionar una deuda y otros montos por $ 870.000 para los trámites. En tanto que su hija les hizo transferencias por $ 246.500 para que le dieran a su madre, pero no le entregaron la totalidad, faltando $ 126.000.

Hecho 3

Los Córdoba son vecinos de un señor de 74 años y su esposa de 64, y desde aproximadamente octubre del 2023 comenzaron un acercamiento con ambos con la finalidad de ganarse su confianza. El hombre les comentó sobre un juicio por un accidente laboral y le ofrecieron ayudarlo garantizando que iba a cobrar $ 3.000.000. Para la gestión y el cobro, le pidieron $ 1.200.000. Los llevaron hasta el banco y tomaron dos préstamos (de $ 138.000 y $ 104.000).

Además, la víctima sacó un préstamo de $ 200.000 con una vecina, plata que les entregó a los hermanos.

Asimismo, uno de los acusados se presentó en la casa de una prestamista y, haciéndole creer que había sido enviado por la víctima, tomó un préstamo por $ 100.000, quedándose con el dinero./MPF