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Macri lo hizo con las notebooks y estas casi dejan de producirse en Argentina

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El Gobierno aspira a lograr una baja en los precios de los celulares removiendo los impuestos a la importación, una medida que podría castigar duramente a la industria de Tierra del Fuego. La iniciativa replica, en cierta medida, la decisión que adoptó en 2017 Mauricio Macri para el caso de las notebooks, lo que ocasionó que en 2018 no se fabricara ninguna computadora portátil en esa provincia. ¿Puede el resultado ser distinto esta vez?

Argentina es, desde hace mucho tiempo, uno de los países más caros a la hora de adquirir bienes tecnológicos. Celulares, televisores y aires acondicionados tienen valores de hasta un 50 % superiores que otros países de la región y todavía más cuando la comparación es con zonas libres de impuestos. Con la firme intención de lograr una rebaja significativa en esos valores, el Gobierno oficializó este martes la reducción de los aranceles a la importación de celulares y les puso fecha de caducidad. A partir de este miércoles, la alícuota de aranceles a la importación de celulares bajará del 16% al 8%, y desde el 15 de enero de 2026 directamente se eliminará. El otro artículo que verá rebajado su arancel son las consolas de videojuegos, que pasarán de pagar un 35% al 20%.

La reforma se adoptó mediante el Decreto 333/2025, publicado este martes en el Boletín Oficial, en donde también se determinó una rebaja de impuestos internos a los celulares, aires acondicionados, televisores y monitores, que disminuirán del 19% al 9,5%. Para productos fabricados en Tierra del Fuego la tasa se reduce del 9,5% al 0%, siempre que se acredite su origen en el Área Aduanera Especial creada por la Ley N° 19.640.

Al justificar la reducción arancelaria, el Gobierno sostuvo que permitirá mejorar la competitividad, bajar los precios de referencia y facilitar el acceso a bienes tecnológicos, en un contexto donde muchos argentinos optan por comprar estos productos en el exterior ante los altos costos locales. “La medida producirá una baja general de los precios y un aumento de la oferta de más y mejores modelos a través de una mayor competencia”, argumentaron.

La estrategia adoptada por LLA para "normalizar" los precios no es novedosa. En febrero de 2017, el por entonces presidente Mauricio Macri firmaba el decreto 117/2017, a partir del cual se eliminó el impuesto para la importación de notebooks y computadores, entre otros productos tecnológicos. Al igual que la normativa rubricada por Javier Milei, aquella medida se adoptó persiguiendo "la disminución de los costos de fabricación de diversos aparatos y equipos electrónicos, mejorando las condiciones de competitividad y productividad, y contribuyendo al aumento de la inversión productiva en el sector y de su disponibilidad en el mercado local”.

Pero nada de eso ocurrió. La inversión no solo no creció sino que se redujo, produciéndose cada vez menos computadoras en el país. En el caso de las notebooks, a partir del 2018, casi que se dejaron de fabricar en Argentina. Según un informe del Instituto Provincial de Análisis e Investigación, Estadística y Censos de Tierra del Fuego, las cifras de la industria electrónica fueron en declive desde ese momento, pasando de unas 713.941 computadoras portátiles fabricadas para comercializar en 2014, a solo 15 unidades en 2017 y ninguna en 2018. A nivel país, según datos de la Cámara Argentina de Multimedia, Ofimática, Comunicaciones y Afines (CAMOCA), en ese mismo año se fabricaron alrededor de 800.000 computadoras, menos del 20 % de las casi 5 millones que se producían en 2014. Como consecuencia, se debilitó la capacidad instalada en la industria y se perdieron 6.000 puestos de trabajo en todo el país.

La oferta de equipos tampoco mejoró. Según información de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), elaborada con datos de la CAMOCA e Indec, las cifras se fueron reduciendo a pesar de la baja de impuestos, pasando de casi cuatro millones de computadoras en el mercado en 2017, a poco más de un millón en 2019.

Y con respecto a la disminución de los precios, un informe encargado por AFARTE a una consultora privada da cuenta de que el valor de las computadoras portátiles tuvieron una merma insignificante. Según el documento, antes de aplicarse la reducción arancelaria, el precio de referencia de las notebooks rondaba los 650 dólares. A mediados del 2018, es decir, más de un año después del decreto 117, esa cifra se ubicó cercana a los 617 dólares, lo que implica una baja de apenas el 5 %. 

Si bien en los años que siguieron la capacidad de fabricación nacional de notebooks comenzó a recuperarse, nunca volvió al ritmo anterior a la quita de aranceles. Y en marzo de 2023, tras la voluntad de Samsung de volver a fabricar, vía Mirgor, la gestión de Alberto Fernández reintrodujo el arancel y lo fijó en 16 por ciento. El impacto fue inmediato en los precios, aplicándose subas de entre el 36 % y el 70 %, aunque cabe aclarar que se dieron en un contexto cuasihiperinflacionario y de extrema incertidumbre. En este marco, el nivel de producción local fue bajo. Pero una vez que la situación comenzó a normalizarse, el arancel comenzó a generar incentivos a la producción local. Hacia diciembre de 2024, el rubro "equipos y aparatos de informática, televisión y comunicaciones, y componentes electrónicos", que mide el INDEC dentro del Índice de Producción Industrial (IPI), registró una suba del 222 % con respecto a 2023 y duplicó el nivel que había hacia finales del 2018, cuando no había aranceles.

Para el caso de los celulares, si bien el Gobierno espera una rebaja del 30 % en los precios a partir del 2026, la reforma arancelaria genera mucha preocupación tanto en los trabajadores como en las empresas del sector. Son muchos los fabricantes de celulares en Argentina, en su mayoría radicadas en Tierra del Fuego, en donde generan alrededor de 7 mil puestos de trabajo. En este sentido, tras los anuncios realizados por el Gobierno la semana pasada, la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM) lanzó un paro por tiempo indeterminado y paralizó la producción en Rio Grande.

Días antes de que la medida se publique en el boletín oficial, el presidente de la reconocida empresa tecnológica Grupo Newsan, Luis Galli, aseguró que "es muy difícil que se sigan produciendo celulares" debido a que "el costo argentino es muy alto para competir en igualdad de condiciones". Y si bien el decreto de Milei también reduce los impuestos internos, desde AFARTE sostienen que dicha reducción podría mejorar la competitividad con respecto a algunos países de la región, pero que con otros productos provenientes de otros países como China, "será muy dificil".