Los principales referentes de los tres poderes del Estado compartieron el cónclave desarrollado después de la caminata. Bajo los lemas “Ayudemos a los que ayudan”, “La droga es un problema de todos” y “Ni un pibe menos por la droga”, se llevó a cabo la “Marcha por la Vida, la Comunidad y la Independencia”, con el objetivo de visibilizar y fortalecer el trabajo de quienes, cada día, sostienen la vida en los márgenes.
Una multitud acompañó esta convocatoria hecha por organizaciones sociales, comunitarias y religiosas, que contó con la presencia destacada del padre “villero” Pepe Di Paola, cofundador y presidente de los Hogares de Cristo, y un referente a nivel nacional en la lucha contra las adicciones en los barrios populares.
Además, compartieron el cierre del evento el gobernador Osvaldo Jaldo; el vicegobernador y titular de la Legislatura provincial, Miguel Acevedo; el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Daniel Leiva; y la máxima autoridad del Ministerio Público Fiscal, Edmundo Jiménez; sumado al acompañamiento de otras autoridades y funcionarios de distintos ámbitos.
El punto de concentración fue la plaza Urquiza, desde donde centenares de personas, de todas las edades y lugares de Tucumán, se desplazaron en forma pacífica hacia la plaza Alberdi. No hubo reclamos ni banderas partidarias, solo personas con la simple intención de lograr que la sociedad en general vea lo que no se ve: que hay instituciones que salvan vidas todos los días y necesitan el apoyo de todos.
Con pancartas, banderas, remeras e identificaciones en sus manos, participaron miembros de comedores y merenderos populares, cocinas comunitarias, talleres, centros de recuperación, espacios de asistencia a personas en situación de adicciones, entre otros. También se sumaron iglesias, escuelas, clubes, referentes barriales y cualquier ciudadano que deseó caminar por una patria más solidaria.
Un compromiso de todos
El acto simbólico central tuvo lugar en la explanada de la estación de ferrocarril Mitre (frente a plaza Alberdi). Allí, en el marco de la Semana de la Independencia, en principio se dio lectura a una declaración comunitaria patriótica, en homenaje a los próceres y a aquellas personas que hoy siguen construyendo el país desde abajo.
“Recorrí la provincia varias veces, pero nunca supuse la dimensión de tanta gente que en general no tiene para su propia subsistencia y, sin embargo, ayuda a los demás”, afirmó el ministro fiscal, Jiménez, para agregar que: “El tucumano es solidario, pero necesitamos hacer un camino que nos una. Necesitamos de la ayuda de todos. Tenemos miles de personas y organizaciones que todos los días salvan vidas”.
Con respecto al problema de la droga, el jefe de los fiscales aseguró que “es el más grande que tiene nuestro país. Tenemos que visibilizarlo. Necesitamos una sociedad que tome conciencia de la droga, que no la naturalice, que se hable en casa, con los amigos. Ahí ganaremos la lucha, cuando la sociedad se defienda y tome conciencia de lo devastador que es cuando la droga entra en el hogar, en un vecino, en un familiar. No miremos para otro lado, nos puede tocar a todos”, aseveró.
Banderas de la prevención y la recuperación
A continuación, tomó la palabra el padre Pepe, quien resaltó: “La comunidad organizada es el factor más importante para poder ayudar. El papa Francisco decía que en Argentina hay que trabajar contra una esclavitud, que es la esclavitud de la droga. Nosotros como comunidad tenemos que tener como banderas la prevención y la recuperación. Por eso estamos hoy en esta caminata. Gracias al Ministerio Fiscal de Tucumán por ser ejemplo, por cambiar a aquello que se saca del delito para ponerlo al servicio de los que la pelean desde abajo. Si ayudamos a los que ayudan, vamos a construir una Argentina diferente. Ese tiene que ser nuestro desafío”.
Una brillante idea
El encargado de cerrar el acto fue el gobernador. “El ministro fiscal ha tomado una gran decisión, que es que todos aquellos bienes que se les secuestran a los delincuentes que trafican droga, hoy son puestos a disposición para ayudar a nuestros jóvenes. Muchas gracias y felicitaciones por esa brillante idea”, expresó Jaldo, al tiempo de asegurar que: “Quienes cumplimos roles institucionales tenemos mayor responsabilidad que esas instituciones que, con mucho sacrificio se ponen a disposición para reinsertar o curar a los jóvenes de este flagelo de la droga. Nosotros tenemos que trabajar en la problemática de la prevención”.
Más presentes que nunca
“Decidimos venir a la caminata para seguir apoyando a los que ayudan, para darle una mano al que está caído, para poder darle un abrazo a esas madres de hijos que sufren adicciones”, dijo Sabrina Villafañe, referente de la fundación El Taller del Maestro, a quien acompañaron los jóvenes adictos en recuperación que aloja en su institución.
Por su parte, Enzo Alarcón, presidente de la fundación Francesca de Simoca, manifestó que le “pareció muy buena la iniciativa. No muchas veces se ve la cantidad de asociaciones civiles que tiene la provincia, y eso hoy aquí se está viendo”.
“Este es un momento para que la sociedad tucumana nos conozca y poder acompañarnos entre las distintas organizaciones, apoyándonos y crear un vínculo entre nosotros para sostenernos”, reflexionó María Florencia Lafuente, de Apapacho con el Alma, que se mostró muy feliz por el encuentro./MPF