El oficialismo en la Cámara baja volvió a blindar el veto al proyecto de ley de aumento a las jubilaciones y, por segundo año consecutivo, los trabajadores pasivos deberán aguantar el ajuste con el que el presidente Javier Milei alcanzó el equilibrio fiscal. A diferencia de lo que ocurrió con la primera votación (emergencia en discapacidad), la oposición no logró juntar las voluntades necesarias para alcanzar los 2/3 necesarios.
Con un resultado de 160 votos a favor, 83 en contra y 6 abstenciones, los bloques que impulsaban la insistencia al veto se quedaron a 6 de lograr el cometido, ya que al haber 249 legisladores presentes, la mayoría especial requería 166 avales.
El texto, que había sido aprobado en Diputados oportunamente con 142
votos a favor, 67 en contra y 19 abstenciones preveía un incremento de
todos los haberes previsionales del 7,2 %; un aumento del bono
extraordinario -congelado hace más de un año en 70 mil pesos- a 110 mil
pesos y su actualización mensual por índice de movilidad; y la
transferencia de fondos por parte de la ANSeS a las provincias con cajas
previsionales no transferidas.
Además, se incorporaba por ley la
fórmula de movilidad que el Poder Ejecutivo instauró a través del DNU
274/24. Y se preveía un capítulo referido al financiamiento que incluye
medidas como la eliminación de la exención del IVA para los directores
de empresas; la eliminación de la exención de Ganancias a las sociedades
de garantía recíproca; el ahorro generado por la quita de sobrecargos a
los intereses que se logró con el FMI y un redireccionamiento de las
partidas destinadas a la SIDE, entre otras. Esto se había tomado de la
iniciativa de Encuentro Federal.
Cómo fue la votación
A diferencia de lo que ocurrió el 11 de septiembre del 2024, los tucumanos del bloque Independencia y el bloque Producción y Trabajo votaron junto a la oposición a favor de la insistencia del incremento previsional. Sin embargo, La Libertad Avanza logró mantener a los “radicales peluca” y al Pro. Por otro lado, los cuatro misioneros de Innovación Federal se abstuvieron.
María Eugenia Vidal, repitió la abstención tal como lo hizo en la votación de insistencia con la Ley de Emergencia en Discapacidad. Del mismo modo, la diputada entrerriana Marcela Antola, ausente a la hora de aprobar el tratamiento sobre tablas, también se abstuvo.
Un debate caliente
Al filo del cierre de oradores, Rodrigo de Loredo, presidente del bloque radical, pidió votar artículo por artículo y así, buscar avanzar con la insistencia parcial del contenido de la ley vetada por Javier Milei. Sin embargo, Juan Manuel López, Oscar Agost Carreño, Fernando Carbajal y Miguel Pichetto rechazaron explícitamente la moción.
A continuación, el presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, denunció que los diputados nacionales que responden a gobernaciones, sufrieron "aprietes" para cambiar su voto. De inmediato, el santacruceño José Luis Garrido le respondió que “tenemos la responsabilidad de votar con nuestro propio criterio, estamos en otra etapa y la responsabilidad la tenemos cada uno de nosotros”.
Presidente del bloque de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, se desmarcó del resto de la oposición y planteó: “Siempre estuvimos para recomponer de manera razonable sin impedirle el plan de estabilización al gobierno de Milei porque no somos golpistas, somos responsables”.
Sin embargo, aclaró: “Si el presidente de la Nación decidió empoderarse para hacer un ajuste sobre los más débiles, este Congreso tiene que empoderarse para solucionar la insensibilidad del presidente, pero al mismo tiempo dar gobernabilidad y ponernos en valor como parlamento que le da soluciones a la ciudadanía”.
Por último, señaló que “cuando el Gobierno se encierra y quiere encerrar a la oposición y decirle que somos todos ‘kirchneristas’ o ‘libertarios’, no, en el medio hay gente seria”. “Hay gente responsable que desde el Congreso siempre va a buscar soluciones a los que vengan a golpear las puertas”, lanzó.
El jefe del bloque Encuentro Federal, Miguel Ángel Pichetto, quien cuestionó al Gobierno por tener “una visión precaria, limitada, escasa desde el punto de vista de la construcción de las instituciones del país. Su mirada es ‘sanción a una ley, veto’, tratar de ver cómo se bloquea la insistencia en el Congreso y el DNU como mecanismo de gobernabilidad. Esto no ayuda, no es bueno y no hace a las instituciones”.
“Esta visión se traslada al proceso electoral en curso en la Argentina donde la consolidación del porcentaje necesario para el bloqueo es la meta principal del Gobierno, cuando en realidad deberían haber trabajado con mucha más inteligencia en la construcción de acuerdos, de un camino de razonabilidad y ampliación de la base de sostenibilidad en el Parlamento”, criticó.
Pichetto consideró que “analizar temas como jubilados, discapacidad, son temas humanos, de transversalidad que ningún sector conduce a otro sector y podrían haber sido abordados de manera razonable por el Gobierno, porque el primer año la base central del ajuste fueron los jubilados que perdieron el 30 % del poder adquisitivo”.
“En la visión del Gobierno hay una complejidad de entender cuál debe ser el proceso argentino. Los consensos y el diálogo, en el marco del Parlamento, son imprescindibles para dar una mirada de razonabilidad a la Argentina en el mundo”, manifestó y chicaneó: “¿Quién va a venir a invertir con un gobierno que solo piensa en el veto, en el DNU y en la inconstitucionalidad? ninguno es preferible invertir en un país africano”.
Caracterizado por ser dialoguista, el diputado nacional Nicolás Massot (Encuentro Federal) cuestionó la gestión del oficialismo en estos dos años y afirmó que “el Gobierno debió haber aprendido a construir mayorías”. En síntesis, aseveró que “estamos en un sistema de suma cero que cuanto más extremista sea la posición de la oposición, más fácil es sostener la posición extremista de un oficialismo que no escucha”.
Entre algunos de los conflictos sociales y económicos actuales, cuestionó: “¿Hace falta entregar recaudación por 750 millones de dólares en el momento que se está discutiendo valores similares para recomponer jubilaciones tan dañadas en los últimos dos años?”.
Y siguió: “¿Hace falta tener en vigilia a las familias de tantos discapacitados y a los propios ciudadanos con ciertas discapacidades durante semanas para que el Gobierno termine, después, a través de su vocero, de una manera vergonzosa, diciendo que ‘está considerando’ una actualización de las prestaciones?”.
Por último, volvió a plantear un cuestionamiento: “¿Hace falta tener marchando a los jubilados todos los miércoles y a este Congreso abocado hace 17 a un conflicto que es recurrente?”. Dirigido al presidente de la Nación, pidió por “criterios de equidad y humanidad para habilitar algún tipo de actualización al bono de los jubilados”.
Desde UP, la diputada Julia Strada apuntó que con esta ley “solamente estamos planteando recuperación de la inflación pasada, que el presidente decidió recortar. Estamos hablando de una mínima que va a 446 mil pesos. Está difícil que un jubilado pueda llegar a fin de mes con esos valores”.
A continuación, cuestionó que “el veto habla de la ausencia de fuente de financiamiento”, pero “el presidente abiertamente miente, no sólo hay varias fuentes de financiamiento, sino que al presidente no les gustan”; y recordó que contemplaban los fondos de la SIDE, el ahorro por la baja de los sobrecargos del FMI y distintas exenciones tributarias.
“A Milei le gusta usar ese argumento cuando no le gusta financiar algo”, expresó, para mencionar que no pasaba lo mismo con la eliminación de retenciones al sector agropecuario y minero, que “no tienen fuente de financiamiento, van en contra del superávit primario”.
En la recta final del debate, el diputado de UP Itai Hagman detalló cuál fue la pérdida de la clase pasiva en el último tiempo: “Si tomamos el bono de marzo de 2024 en adelante, perdieron 42 % del poder adquisitivo. La jubilación mínima, comparando el último trimestre de 2023, con la actualidad, 15 % abajo. Todo el gasto previsional, jubilaciones y pensiones, del primer semestre de este año, comparado con 2023, 11,4 % abajo”.
“La principal variable de ajuste de esta precaria estabilidad macroeconómica han sido los jubilados y pensionados”, denunció y agregó que “cagaron a todos los jubilados, pero cagaron más a los de la mínima, y no creo que sea solo por cuestiones de orden fiscal, creo que también son ideológicas” ya que la mayoría de los jubilados de la mínima ingresó por moratoria.