El gobierno de Javier Milei está en su peor momento y, tras la derrota electoral bonaerense, se enfrenta la posibilidad de ser blanco de otra protesta masiva. Si, tal como anticipó, el Presidente veta las leyes de financiamiento universitario y de emergencia pediátrica, los reclamos se unificarán. Las luchas en defensa del Hospital Garrahan y de las casas de altos estudios confluirán en una manifestación conjunta.
“Si el presidente Javier Milei veta las leyes de Emergencia Pediátrica y de Financiamiento Universitario, vamos a responder juntos y masivamente en las calles”, avisó la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT). La Junta Interna de ATE, por su parte, convocó a un paro el viernes y sábado.
Alejandro Lipcovich, secretario general de ATE Garrahan, señaló que tras la derrota electoral la autoridad de Milei para vetar la ley favorable al Garrahan en particular y la salud pediátrica en general está “completamente cuestionada”. Y agregó: “si a pesar de eso el gobierno se atreve a vetar las leyes de emergencia pediátrica y financiamiento universitario, el resultado será una movilización popular extraordinaria, que ya estamos preparando. Llamamos a la población a profundizar la inmensa solidaridad que ya nos brindan”.
Trabajadores del Garrahan participaron de las clases públicas realizadas en el marco del reclamo universitario en Plaza de Mayo. “Nuestro salario ha perdido ya prácticamente el 50% de su capacidad adquisitiva”, dijo desde allí la secretaria general de la Asociación Gremial Docente de la UBA, Laura Carboni. Detalló que un ayudante de primera simple, con hasta diez años de antigüedad, percibe entre $170.000 y $200.000 mensuales.
La Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), por su parte, resolvió por unanimidad en su plenario de secretarios generales realizar un paro nacional al día siguiente del eventual veto, además de una acción de protesta de los sindicatos frente al Palacio Pizzurno y la convocatoria a una nueva gran Marcha Federal en coincidencia con la sesión parlamentaria que podría llegar a revertir el veto.
Antes de la derrota en territorio bonaerense, Milei ya había anticipado los vetos. Sin demasiados cambios tras el resultado, nada indica que incumpla esa promesa. La Ley de Financiamiento Universitario, de hecho, ya fue vetada el año pasado y generó una gran pérdida de poder adquisitivo en docentes y no docentes.
En cuanto a la Ley de Emergencia Pediátrica, apunta a mejorar la situación de todos los hospitales enfocados en niñas, niños y adolescentes, con el Garrahan como máxima expresión. En ambos casos existe la posibilidad de que el Congreso insista con la sanción con los dos tercios de los votos en ambas cámaras, como pasó con la ley de Emergencia en Discapacidad.
“Capricho y despotismo”
Este miércoles, personal del Garrahan difundió una carta abierta sobre la situación que atraviesa el principal hospital pediátrico de alta complejidad del país.
“Desde hace más de 18 meses, a través de nuestras autoridades advertimos al entonces Ministro de Salud, Dr. Mario Russo, sobre los peligros que enfrentábamos. Señalamos con claridad lo que estaba en juego: la atención a los pacientes, los procedimientos, los equipos interdisciplinarios, los protocolos, la formación de nuevos profesionales y, en definitiva, el rol del Garrahan como red pediátrica de alcance nacional. Pero nuestras advertencias fueron desoídas: no fuimos escuchados ni se nos dio lugar al diálogo”, repasaron sobre un conflicto que escaló desde el año pasado.
Definieron la crisis que atraviesa el hospital como “inédita en su historia”, incluyendo “renuncias de autoridades, la disolución del Consejo de Administración, la destitución de directores y el nombramiento de un director sin experiencia hospitalaria, designado arbitrariamente por el Ministro Mario Lugones”. Además, cuestionaron “la intervención del área de comunicación, utilizada para atacar la reputación de los profesionales y desprestigiar a la institución. Desde el Ministerio de Salud se difundieron en los medios números falsos sobre el funcionamiento hospitalario con el único fin de construir consenso social para una destrucción injustificada del hospital. También se atacó el sistema de formación de jóvenes especialistas, verdadero corazón de nuestra misión. Como consecuencia de todo esto, en los últimos meses más de 240 profesionales se vieron obligados a dejar la institución, llevándose consigo décadas de experiencia, entrega y amor por la salud infantil”.
“Este proceso de desmantelamiento debe detenerse. El Hospital Garrahan es un patrimonio nacional, y aunque resistimos y luchamos, hemos llegado a un límite”, alertaron. Por eso, exigieron a Milei la promulgación de la Ley de Emergencia y a Lugones, la aplicación inmediata. “De no hacerlo, quedaría demostrado, una vez más, un acto de capricho y despotismo, ya que los recursos necesarios no ponen en riesgo ningún equilibrio fiscal (…) Reclamamos con firmeza la promulgación y la aplicación inmediata de la Ley de Emergencia Pediátrica. La salud de los niños y niñas de la Argentina, la continuidad de esta institución y el futuro de la pediatría pública dependen de ello”.
