El presidente Javier Milei, habló después de la reunión con su par de Estados Unidos, Donald Trump, y aseguró que fue un encuentro "inédito e histórico para los estándares de la Argentina". El mandatario reveló que durante el almuerzo entre ambas comitivas se discutieron temas comerciales y anticipó que el país tendrá "ventajas" en esta materia.
"Hay acuerdos sobre posiciones comerciales. Todavía no hay acuerdo de libre comercio, es la etapa preliminar", aseguró.
A su vez, volvió a aclarar los dichos del mandatario norteamericano y aseguró: "No hay dudas de que mientras yo sea presidente el apoyo lo tenemos". "Se hizo una interpretación muy maliciosa, nada que me sorprenda, que después el propio Trump y manifestó un apoyo total y absoluto a mí", apuntó. La aclaración llegó luego de que el mandatario estadounidense afirmara que si el oficialismo pierde en las elecciones legislativas del 26 de octubre, daría marcha atrás con el apoyo: "Si él (Javier Milei) pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con Argentina”, advirtió.
Esta declaración generó que los bonos en dólares y las acciones locales pegaran un brusco volantazo y se desplomaron hasta más de 8%.
A pasar de los vaivenes tras los dichos de Trump, Milei expresó: "Me siento honrado. El presidente de los Estados Unidos, que lo postulamos al Premio Nobel de la Paz, acababa de tener un tremendo logro y después nos recibió en la Casa Blanca. Volvió a darme un fuerte apoyo", destacó en diálogo con A24. El mandatario estadounidense había viajado a Israel el lunes para celebrar el acuerdo de paz y recibir a los rehenes que fueron liberados de la Franja de Gaza luego de dos años de guerra.
La delegación argentina fue recibida en la Casa Blanca, donde compartieron un almuerzo con las autoridades estadounidenses, y agradecieron a la administración de Trump por las reiteradas muestras de apoyo al Gobierno. En especial, mencionó al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a quién le destacó el "gran trabajo para ayudar a superar este problema de liquidez que tenía Argentina como consecuencia de los ataques políticos".
Pese a la turbulencia en los bonos locales del martes, la tendencia volvió a revertirse este miércoles luego de que Bessent anunciara que el salvataje de Washington a la Argentina alcanzaría los u$s40.000 millones, de los cuales u$s20.000 estarán dirigidos al swap y los restantes irán a privados. Tras la información, los mercados reaccionaron positivamente: los ADRs saltaron hasta 8%, mientras que el dólar se desinfló a $1.354,61 debajo del cierre previo, y la bolsa porteña subió 1,5%.
Tras ser consultado por el porqué del respaldo económico de Estados Unidos, Milei explicó que "hay una política internacional muy clara de Trump para liderar la región". "Consideran a Argentina como un aliado. Lo han demostrado en los hechos", señaló. En ese sentido, agregó que cuando llegó a la Casa Blanca, el republicano tomó un giro en la estrategia geopolítica: "En general a sus aliados los descuidaba y a los que los combatía intentaba seducirlos. Era un incentivo perverso. Con la llegada de Marco Rubio, que entiende perfectamente la batalla cultural, decidieron cambiar el enfoque y a los aliados los premian y los que no son amigos, no son amigos".
Por otro lado, el Presidente habló del plano local y la situación microeconómica. Reconoció que "estamos a mitad de camino" y señaló: "Los sueldos del Poder Ejecutivo están congelados desde que asumimos. Sabemos lo que es el esfuerzo".
De esta manera, Milei atribuyó la inestabilidad financiera del último tiempo al "embate político" que recibió el Gobierno desde febrero de este año por parte de la oposición "con una vocación totalmente destituyente". "Cada vez que el mercado ve que aparecen los kukas empiezan a tomar distancia", apuntó.
Pese a las diferencias con la oposición, se mostró dispuesto a acercarse a distintos sectores una vez pasados los comicios: "Terminada la elección, cuando vean como queda la nueva composición del Congreso, y cuando avancemos con las reformas que realmente importan, podremos tener matices con el resto del espectro no kirchnerista pero todos sabemos que hace falta una reforma tributaria o una reforma laboral".
Además, fue consultado por la situación de la gente que tiene cada vez más dificultades para llegar a fin de mes. El Presidente respondió tajante: "¿Cómo quiere que lo arregle? ¿Cómo le doy dinero a la gente? No lo resuelvo imprimiendo papelitos. Tomar deuda también sería injusto porque así se está financiando la fiesta de hoy con el trabajo de las generaciones futuras, una inmoralidad. No hay atajo. En la medida que se despeje el riesgo político, va a bajar el riesgo país y eso va a generar una expansión de la economía", aseguró.
En ese sentido, reiteró que estos procesos "demandan tiempo" aunque prometió "hacer lo que sea necesario para cumplir" con sus consignas de campaña. "Voy a seguir siendo el presidente más reformista de la historia", sostuvo.
En materia macroeconómica, reafirmó que "no va a haber cambio de régimen cambiario" después de las elecciones de octubre y explicó que "todo ese ruido que se ve es fruto del daño que está haciendo la política". De todas formas, confió en su programa y sostuvo: "El dólar es un precio más. Si nosotros tenemos tan apretada la cantidad de dinero, no tiene combustible".
