El procedimiento se inició cuando los uniformados, apostados en el Puesto de Control de Trancas, fueron alertados por el incesante ladrido de perros de fincas aledañas. Al inspeccionar la zona de las vías del ferrocarril, divisaron a dos personas sospechosas.
Al notar la presencia de las fuerzas de seguridad, los sujetos ignoraron la voz de "alto" y emprendieron una veloz huida hacia la zona de monte, descartando una mochila en el camino para facilitar su escape.
