“Los empleados de la Fundación Miguel Lillo estamos por ser corridos a fin de año por el decreto 254/2015. Somos 130 familias las que quedamos sin nuestro sustento. Los directivos no nos dan solución, los políticos no nos quieren escuchar”, comentó a través de un comunicado Sabrina Alurralde, investigadora de la Fundación.
“Somos profesionales que nos dedicamos a la ciencia y este es el único centro de la Argentina que se dedica a investigar las Ciencias Naturales. Somos profesionales que estamos detrás de todo este legado para difundir lo que Miguel Lillo dejó para que se transmita”, agregó.
En este marco, las medidas de fuerza continuarán el próximo lunes cuando volverán a reunirse en asamblea en la sede de Miguel Lillo 251 para reclamar que se den garantías de estabilidad laboral para los más de 100 contratados que allí trabajan.